Existe la versión bikram, ashtanga, aéreo, hot y power entre muchas otras. Ahora, los amantes de los gatos podrán tener su clase de yoga ideal, acompañados de su mascota.
La “moda” de incluir a estas mascotas en las actividades podría decirse que nació con los cafés para gatos, en Asia, allá por finales de los 90. En la actualidad, los hay en todo el mundo, y numerosos refugios de animales comenzaron a asociarse con cafés y centros de yoga durante el 2015 para ofrecer clases acompañados por gatos.
La apertura de Meow Parlour, en Nueva York el año pasado, fue un boom y desde ese momento, hacer este ejercicio junto a los felinos se volvió de las actividades más atractivas.
Mucho se publicó sobre los beneficios para la salud que aportan las mascotas.
Un estudio de la Universidad de Minnesota demostró que ser propietario de un gato puede disminuir el riesgo de muerte por ataque al corazón en un 30%; en tanto una investigación de seguimiento publicada en el Diario de Neurología Intervencionista y Vascular demostró que la compañía de esa mascota puede disminuir también el riesgo de muerte por accidente cerebrovascular también.
Y un curioso estudio realizado por la compañía de software DeskTime reveló que el 10% de la gente más productiva en el mundo de los negocios comparte una cosa en común: durante su jornada toman descansos de 17 minutos cada 52 minutos para hacer cosas como ver videos de gatos en YouTube.
Así las cosas, sumado a que la compañía felina -se sabe- es también una fórmula infalible para aliviar el estrés, no es difícil imaginar lo placentero que resultará para los amantes de los gatos llegar luego de una jornada agotadora al estudio de yoga y encontrarse con diez gatos listos para tomar la clase junto a ellos.
¡Tampoco se harán 75 minutos de ejercicio con gatitos abrazando a los alumnos en cada movimiento que hagan!. De hecho, los felinos son conocidos por no cooperar con nociones preconcebidas, y después de algunos signos iniciales de interés, del tipo de oler los pies y el uso de las colchonetas para rascarse, simplemente se relajarán y tomarán una siesta cerca del alumno para meditar, como demostrando que están ahí para hacer compañía pero a la vez conscientes de no molestar, fieles a su estilo.
Fuente: Infobae