Cada año, más de 4.7 millones de estadounidenses son mordidos por perros y más de la mitad de todas las víctimas son niños menores de 14 años.
Durante la Semana Nacional de Prevención de Mordeduras de Perro, la American Academy of Pediatrics –que finaliza el 23 de mayo–, la Asociación Médica de Veterinaria de Estados Unidos y el equipo de la Oficina Postal de los Estados Unidos se unen para educar a los estadounidenses acerca de la seguridad con los perros.
Consejos para ayudar a los padres a proteger a sus hijos de encuentros con dientes caninos:
1) Haga una buena selección. Hable con su veterinario sobre cómo elegir un perro que se amolde bien a su familia.
2) Enséñele a su mascota a ser sociable, preséntele gradualmente a su cachorro diferentes personas y otros animales para que se sienta a gusto en estas situaciones y continúe haciéndolo hasta que su perro crezca.
3) Entrene a su perro. Las órdenes o instrucciones pueden crear un vínculo de obediencia y confianza entre el hombre y el animal. Evite los juegos agresivos como la lucha libre y el forcejeo de tira y afloja de una cuerda o soga.
4) Vacune a su perro contra la rabia y otras enfermedades.
5) Castre a su perro. Los perros castrados son menos propensos a morder.
6) Nunca deje a un bebé o niño pequeño solo con un perro.
7) Enseñe a su niño a cerciorarse de que el perro está con su dueño y parece amigable. Pídale al dueño permiso para acariciar al perro. Deje que el perro huela a su hijo y deje que su niño toque o acaricie suavemente al perro, evitando que le toque la cara, la cabeza y la cola.
8) Enseñe a su hijo a no molestar a un perro que está durmiendo, comiendo o cuidando a sus cachorros.
9) Dígale a su hijo que no corra cerca de un perro.
10) Si se siente amenazado por un perro, mantenga la calma. Evite mirarlo a los ojos. Quédese quieto hasta que el perro se vaya o retroceda lentamente. Si se cae o el perro lo tumba, enrósquese o póngase en posición fetal y proteja su cara con las manos. Si un perro muerde a su hijo, limpie cualquier herida pequeña con agua y jabón y llame o solicite atención médica en el caso de heridas más grandes. Póngase en contacto con el veterinario para verificar los expedientes o registros de vacunación.
11) Antes de buscar una mascota para su hijo, espere a que esté lo suficientemente maduro para manipularla y cuidarla, lo que sucede, por lo general, cuando tiene alrededor de cinco o seis años de edad. Los niños más pequeños tienen dificultad para distinguir entre un animal y un juguete, de modo que pueden provocar involuntariamente una mordida por fastidiar o tratar mal al animal. Recuerde que tiene la responsabilidad final de la seguridad de su niño en torno a cualquier animal.•
Más información en healthychildren.org, un website de la American Academy of Pediatrics, desarrollado por pediatras y respaldado por los padres.
Fuente: El Nuevo Herald