Reporte de caso.

 

En un rodeo de cría Aberdeen Angus del partido de Lobería, provincia de Buenos Aires – Argentina, se reportó que
una ternera se encontraba reclinada sobre su flanco derecho y que era incapaz de levantarse. Según el encargado,
la ternera, que se encontraba al pie de la madre, no presentó sintomatología previa. Pocas horas después del
hallazgo, la ternera murió. La misma tenía 2 meses de edad (peso: aprox. 100Kg). El rodeo de vacas, con ternero al
pie, alimentado sobre una pastura de trébol rojo, cebadilla y festuca, se encontraba en muy buen estado corporal
y, particularmente, la madre de la ternera muerta, una vaca multípara, tenía muy buena ubre.
Hallazgo de necropsia: contenido digestivo en la cavidad abdominal y una perforación, bien definida, en el
abomaso (Foto 1). El resto de los órganos no tenían alteraciones evidentes. La mucosa del abomaso presentaba
dos úlceras, una de 3 cm de diámetro con una perforación irregular en el centro (Foto 2 y 3) y la otra, más chica (2
cm diámetro) sin perforación.

Diagnóstico: Ulcera perforante de abomaso

Antecedentes bibliográficos

En rodeos de cría de Canadá, durante una década, se reportaron 209 casos de muerte de terneros por úlceras de
abomaso. Del total, 166 (93,3%) correspondieron a úlceras perforantes y 12 (6,7%) a úlceras hemorrágicas. Los
episodios, mayormente subclínicos, se registraron principalmente en terneros ≤ 2 meses de edad (86 %de los
casos). No se registró predisposición asociada al sexo ni raza. El origen de las úlceras no está definido; sin
embargo, se han sugerido varias causas:

1) estrés (por ejemplo: asociado al clima),
2) deficiencia de cobre,
3) agentes abrasivos, tal como bolas de pelo (tricobezoares), y
4) infección asociada a bacterias (Clostridium perfringes tipo A, Helicobacter pylori y/o Campylobacter spp) u
hongos.

Importante: Ninguna de las causas enumeradas ha sido científicamente asociada como agente causal de las
úlceras de abomaso. Particularmente, las bolas de pelo se encontraron en 35 de 46 casos de úlceras abomasales.
No obstante, se ha desestimado su rol en el desarrollo de las úlceras por considerar que la fricción ejercida por
una bola de pelo sobre la mucosa abomasal sería incapaz de erosionar la misma (Comentario: en el caso clínico
reportado, no se encontraron bolas de pelo en el abomaso). El hecho de que la mayor cantidad de casos se reportó
en terneros de hasta 2 meses de edad, pone en evidencia una asociación entre la formación de úlceras y el
desarrollo de los pre-estómagos. En terneros al pie de la madre, la transición entre pre-rumiante y rumiante
ocurre entre la tercera y octava semana de vida. En otras palabras, el pre-rumiante (< 3 semanas de edad) y el
periodo de transición a rumiante (3 a 8 semanas de edad) representa el periodo de tiempo en el cual los terneros
son más susceptible a morir por una úlcera de abomaso perforante. Sin embargo, la causa que, asociada con la
transición fisiológica a rumiante, gatilla el desarrollo de las úlceras de abomaso es aún desconocida.

21/12/2020

Fuente: INTAInforma