La recuperación del precio de la lana tracciona a toda la actividad. Completo panorama de la producción ovina argentina.
BUENOS AIRES (NAP, por Eduardo Bustos*). La producción ovina argentina busca recuperar su espacio y en ese sentido se establecieron las líneas estratégicas de las regiones de NOA, NEA y Cuyo, para trabajar en el desarrollo de proyectos que posibiliten mejorar la competitividad de esta actividad que desde hace años viene jaqueada por diferentes contingencias: desde sequías de varios períodos consecutivos en Santa Cruz, Chubut y Río Negro, hasta el impacto generado por las cenizas volcánicas en los últimos diez años.
Desde las diferentes áreas oficiales dedicadas a los ovinos, los funcionarios trabajan en la definición de líneas estratégicas por región para canalizar los recursos, además de los establecidos por la Ley Ovina.
“La presencia del guanaco es otro problema que afecta a la producción ovina en la Patagonia porque compite por el uso del pasto y el agua, aspecto sobre el que se está trabajando desde el Gobierno”, explicó el director de Ovinos del Ministerio de Agroindustria de la Argentina, Alejo Correa.
Panorama
El país posee un stock estimado en más de 14,9 millones de cabezas, con un leve crecimiento en la provincia de Buenos Aires durante los últimos años a consecuencia de la migración de las majadas desde las zonas afectadas por las cenizas de los volcanes Chaitén en 2008 y el Puyehue (Chile), 2011.
Ese stock está muy lejos de los 32 millones relevados a principio de la década del ochenta y más lejos aún de los 74 millones contabilizados a fines del siglo XIX. El stock ovino de Argentina representa el 1,2 por ciento de los 1.210 millones de cabezas que se contabilizan a nivel mundial. China, Australia e India poseen la mayor población lanar.
En Argentina, la actividad se desarrolla mayormente en la región patagónica, pero también hay un stock muy importante en Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires.
Más del 50 por ciento del stock ovino corresponde a las razas productoras de lana (Merino es la principal -foto-) y doble propósito, que involucra a las razas Corriedale, Rommey Marsh, Lincoln y Criolla. Mientras que la raza productora de carne por excelencia es la Hampshire Down. Para la producción de leche se emplean Frisona, Manchega y Pampinta.
Las cadenas de carne y de lana ovina son una de las más importantes del sector pecuario de Argentina. La actividad genera a lo largo del año algo más de 3.000 puestos de trabajo formal y permanente para la rama de cría.
“Hoy tenemos algunos indicadores bastante optimistas en el último mes y medio porque hemos visto algunas reacciones positivas en el mercado de lanas en función de los precios ofrecidos en el mercado internacional, un recurso escaso para la industria textil. Para las lanas sucias finas, se pagaban entre 4 y 4,5 dólares el kilo, y ahora se pasó a 5 a 6 dólares para las lanas de buena calidad”, recordó Correa.
*Director de NAP. Publicado en el suplemento Agronegocios del diario ‘Ambito.
Fuente: Noticias AgroPecuarias