Según publicó el OCLA, los tambos modales chicos, medianos y grandes cubren levemente el costo de producción de corto plazo, en tanto se encuentran muy ajustados respecto del costo de mediano plazo y no cubren en ninguno de los casos el costo de largo plazo.

 

Según datos del INTA, muchos tambos de Santa Fe no cubren sus costos

El INTA, a través del Observatorio de la Cadena Láctea, dio a conocer el cuadro de costos regionales de Producción de Leche para Santa Fe Central, donde se confirma oficialmente que el productor tambero en la principal cuenca lechera del país, no logra cubrir sus costos con suficiencia para asegurar la sustentabilidad de su negocio.

Con el actual precio promedio percibido por la leche cruda en Santa Fe que publica el Ministerio de Agroindustria, en $5,72, queda evidenciado que el gran obstáculo para avanzar en una agenda lechera de largo plazo es la coyuntura de la rentabilidad en el tambo, que va más allá del grado de eficiencia que cada empresa pueda obtener, ya que con este nivel de equilibrio se hace difícil proyectar el negocio en un contexto de sustentabilidad hasta en los tambos más eficientes. Como se observa en el cuadro de costos, el modelo de tambo más representativo de la cuenca central, tiene un costo de $5,20 para el corto plazo; de $5,68 para el mediano plazo y de $6,97 para el largo plazo. Considerando que el precio percibido por el productor oscila entre 5,50 y 6 pesos, muchos tambos no cubren sus costos y en el mejor de los casos se encuentran en un delicado equilibrio.

Centavos más, centavos menos, los tambos chicos y medianos de productividad promedio, apenas cubren sus costos de corto y mediano plazo, y se encuentran muy por debajo del costo de largo plazo, que es el parámetro que incluye todos los costos de oportunidad y amortización de la empresa tambera.

La responsable técnica del informe del INTA, la Lic. Laura Gastaldi, explicó: “hay muchos insumos que se encarecen por su relación directa con el dólar, además, se están manejando costos de la tierra bastante altos que influyen en la renta, cercanos a los 10.000 dólares la hectárea; en una situación de precio de la leche planchado sin dudas la situación del productor se ve un poquito afectada”. Sobre los aumentos de combustible y energía, Gastaldi analizó: “la energía no tiene tanta incidencia en la composición del costo total, sí el combustible porque impacta en los costos de siembra, cosecha y picado, entre otros”.

Luego del último relevamiento realizado por el INTA, “notamos mucha variabilidad y dispersión de casos, con productores que tienen la misma cantidad de recursos disponibles pero niveles de eficiencia diferentes, lógicamente con costos diferentes”, informó Gastaldi. “Los costos son un reflejo de los niveles de eficiencia de los sistemas”, consideró la referente del INTA Rafaela.

Dólar, maíz, vaquillona

Otros indicadores que se desfasaron en el mes de enero, según datos publicados por el INTA, son los referentes al valor del litro de leche cruda medido en dólares, su incidencia en el insumo maíz y la relación con la vaquillona de reposición, este último índice como el único favorable, debido a la depreciación de la hacienda en el primer mes del año.

De los 32 centavos de dólar que el productor recibió en diciembre por un litro de leche, se pasó sin escalas a 29 centavos en enero, como consecuencia de la apreciación de la divisa y el estancamiento del precio en pesos. Además, el aumento de los commodities también impactó fuerte en la relación insumo producto, ya que con estos valores, un litro de leche alcanzó sólo para comprar 2 kg de maíz en enero. Esta ecuación viene deteriorándose sin pausa desde septiembre del año pasado y lamentablemente, se prevé que siga agravándose en el próximo relevamiento dado que la sequía está impulsando fuertemente los precios de los granos.

21/02/2018

Fuente: NuestroAgro