¿Qué método suelen usar los perros para comunicarse? ¿Cómo dicen lo que sienten, lo que necesitan?
Su sistema de comunicación es muy complejo y está basado en señales auditivas, visuales, olfativas y táctiles. Dicho en otras palabras, si bien los perros no hablan, ellos se comunican a través de gestos, posturas, sonidos y olores.

¿Ese mismo sistema lo usan para comunicarse con las personas?
Sí, ese sistema de comunicación no solo es utilizado por los caninos en su relación con sus congéneres, sino también con los seres humanos. Sin embargo, muchas personas lo desconocen o lo niegan. Para quienes interactúan con perros propios o ajenos es de vital importancia el conocimiento de estas señales. Solo así es posible entender las actitudes de los perros y evitar situaciones de agresión como consecuencia de conductas humanas que no son comprendidas por los animales, o viceversa.

¿Qué tipo de sentimientos pueden expresar a través de su lenguaje corporal?
Mediante estas señales los animales mantienen el orden dentro del grupo, identifican y marcan su territorio, conocen el estado fisiológico y emocional de sus congéneres, así como su rango social. También las usan para expresar su estado emocional, sus deseos y sus necesidades.

Por ejemplo, ¿cómo podemos reconocer cuando un perro tiene miedo?
Un perro inseguro, que exprese sumisión o intención de huir, se manifiesta manteniendo la boca cerrada, con las comisuras labiales dirigidas hacia atrás, ojos no muy abiertos y orejas también hacia atrás en contacto con la cabeza, que habitualmente se mantiene baja. Otro indicio es la liberación de los llamados “olores emotivos”. Son producidos en circunstancias muy especiales, como el estrés, el miedo o el celo en las perras. Por ejemplo, en situaciones de intenso temor un perro puede comprimir sus sacos anales enérgicamente, eliminar su contenido y producir un olor penetrante muy característico.

¿Y si busca llamar nuestra atención?
Esa es una de las funciones específicas del ladrido: llamar a todos los miembros del grupo para iniciar una acción. Un ejemplo típico es los perros que ladran para solicitar parte del alimento que está comiendo su dueño, quien, con el fin de callarlo, satisface la demanda del animal. Otro ejemplo es aquellos perros que ladran llamando la atención del propietario ya sea para jugar o salir a dar un paseo, porque saben que con esa actitud convencerán al dueño de que haga lo que ellos quieren.

¿Y si quiere jugar?
En este caso hay que tener en cuenta la posición de la cabeza y el cuerpo. Un perro amistoso, que quiere informarle a otro sus deseos de jugar, se agachará con los miembros anteriores extendidos, el tren posterior levantado y la cabeza casi apoyada sobre el piso. Por el contrario, un perro poco amistoso, aunque no momentáneamente agresivo, se acercará lentamente, bien erguido y con las extremidades tensas, lo cual constituye un mensaje de dominancia.

¿Y si se siente solo?
Cuando un perro es dejado repentinamente solo emite aullidos. Tienen la misma función que en los lobos, es decir, reforzar la cohesión del grupo. En la vida salvaje el resultado del aullido de soledad es atraer a los otros integrantes de la jauría. Sin embargo, los perros de la ciudad raras veces consiguen que sus propietarios acudan en su búsqueda, sino más bien que los vecinos se enojen.

¿Cuánto hay de cierto en el dicho popular “perro que ladra no muerde”?
Un perro que está a punto de morder (a un rival canino o humano) gruñirá y, al mismo tiempo, retraerá los labios para mostrar sus dientes. En este caso, la postura será la que indique la inminencia del ataque. Sin embargo, en esta situación existe un mínimo nivel de miedo, ya que si no fuera así el ataque sería silencioso. Si en cambio el gruñido se presenta solo, aunque el nivel de agresión sigue siendo alto, existe algo más de temor. Esto indica que el ataque podría no ser tan inminente a pesar de que la probabilidad de que se produzca todavía será muy elevada. Si el miedo continúa aumentando en detrimento de la agresividad, seguramente los gruñidos comenzarán a alternarse con ladridos y el riesgo de un ataque será menor que en los otros casos. Si el gruñido desaparece y solo están presentes los ladridos, significa que el perro está en una situación de conflicto interior: no se anima a atacar pero tampoco siente tanto temor como para huir. Esta explicación es la que da sustento y cierta validez al famoso dicho popular “perro que ladra no muerde”. No obstante, si en algún momento la agresión supera al temor el perro podrá atacar, hecho que demuestra que a los perros poco les importan los refranes humanos.

¿Y el que dice “más contento que perro con dos colas”?
La cola es un indicador sensible de su estado emocional. En este caso, existen dos indicios a tener en cuenta: la posición y el movimiento. En cuanto al primero, si la cola se halla suspendida, colgando desde la base, está indicando una actitud serena, desprovista de tensión. Luego existen dos posiciones extremas. En una el perro eleva la cola por sobre su dorso y la ubica en forma perpendicular a éste; en este caso expresa un estado emocional de seguridad en sí mismo. La posición opuesta, que consiste en mantener la cola muy baja llegando incluso a introducirla entre los miembros posteriores, demuestra que el animal siente gran inseguridad y temor. En lo que respecta al movimiento, está relacionado con una situación de excitación. Leves movimientos, cortos y rápidos, indican una actitud amistosa y sumisa. En cambio, si está ubicada en posición vertical y los movimientos son bruscos indican que son desplegados por un animal de gran jerarquía, cuyas probables emociones son la excitación sexual, lúdica o incluso la agresión.

¿Qué significa cuando un perro raspa el suelo?
El denominado arañado o raspado del suelo es otra forma de comunicación visual. El perro “raspa” el suelo con una o más patas, generalmente después de defecar, dejando una marca visible. Esta marca está acompañada de una señal química proveniente de las glándulas sudoríparas ubicadas a nivel de las almohadillas plantares y de las glándulas sebáceas interdigitales. El significado de estas señales, que son mucho más frecuentemente emitidas por los machos que por las hembras, es doble. Por un lado, al ser utilizadas por los individuos de mayor jerarquía del grupo y ser estimuladas por la presencia de otros perros constituyen una demostración del rango social del emisor. Por otro, debido a que la marca dejada en el piso perdura durante un tiempo, informan que el territorio en cuestión tiene dueño.

A modo de cierre… ¿De qué nos sirve, a las personas, aprender a leer el lenguaje corporal de nuestras mascotas?
Es imprescindible que todos los propietarios o futuros propietarios de perros conozcan la forma en que estos animales se comunican, para aprender a entenderlos y comprenderlos. Esto facilitará una mejor convivencia entre dos especies, la humana y la canina, que sin lugar a dudas pueden establecer una comunicación fluida entre sí.

Fuente: Clarín