La iniciativa, de origen catalán, nació en 2014 para mediar entre unidades caninas de fuerzas de seguridad y familias adoptantes; estudian instalarse en la Argentina
Brian prestó servicio en fuerzas de seguridad del exterior durante años hasta que, por su edad y un físico debilitado, debió correrse de su zona de confort, abandonar tareas que había aprendido “de memoria”, y empezar de cero sin rumbo fijo.
Por el camino recorrido, Brian bien podría ser tío, hermano, padre o incluso cualquiera de nosotros que, llegados a los 60 años promedio, decide poner fin a cierta rutina y dar paso a una etapa con otra impronta. Pero Brian, lejos de lo que imaginamos, no es una persona (aunque se le parezca bastante y tenga nombre humano), sino un pastor alemán de pelo negro que supo sortear retos y misiones del cuerpo de la policía española hasta que se “jubiló” y entró en contacto con Rafael y sus hijos.
Las historias de este can y la de Retired Dogs 112, la asociación dedicada a encontrarles hogar y dueño a perros retirados de sus funciones en Unidades Caninas de Cuerpos de Seguridad tienen -según puede olfatearse- algunas coincidencias, precisamente porque la segunda se gestó apenas arrancó la primera, pese a que ninguno de sus personajes haya podido inicialmente intuir todo lo que vino después.
Desde Barcelona, Rafael, cuyo apellido prefiere mantener en el anonimato, relata a LA NACIONque conoció a Brian por su trabajo en la Policía catalana y desde entonces no pudo quitarle sus ojos de encima. Se interesó por él y los servicios ofrecidos, y también aventuró cómo sería su vejez una vez “jubilado” y separado de quien fuera su guía en operativos especiales.
“Mis hijos identificaban a este perro como un agente de policía que era tratado con algo más que respeto, como ese veterano curtido en mil batallas y admirado por sus proezas. Esa era la situación con Brian, de absoluta admiración”, recuerda al describir la llegada del nuevo integrante, que tardó apenas dos meses en acostumbrarse a su rol de perro doméstico o, si se quiere, de mascota.
Y añade que parte de ese proceso de adaptación respondió a su “carácter” policial. “El uniforme te marca”, acota al compararlo con un efectivo de carne y hueso, como aquellos con los que solía codearse este can en su época de gloria.
La propia experiencia combinada con las dificultades que registraba el sistema en su país potenciaron la creación de un espacio único en el mundo, sin antecedentes ni ánimo de lucro, que hoy lidera con plena satisfacción: “La situación en España es muy variopinta. Hay Cuerpos [policiales] que tienen previsto en su normativa interna el proceso de jubilación de sus perros, pero hay otros que simplemente no tienen nada legislado, y son los mismos guías caninos los que, en caso de no adoptarlos ellos personalmente, se dedican a encontrarles hogar”. Una alternativa que no siempre es viable, como en el caso de Brian, y se convierte en el caballito de batalla por el que sobresale Retired Dogs 112 en este ámbito desde 2014.
EL PROYECTO POR DENTRO
Bajo el lema “Ellos nos han servido, nosotros les buscamos hogar”, un equipo multidisciplinario -que comparte ese amor superlativo que despiertan los animales- persigue a diario un doble objetivo: que ninguno se quede en la calle (ofrecen ayuda activa en la búsqueda y adopción) y que todos se lleven “el reconocimiento institucional y social” que merecen por los riesgos enfrentados en el pasado durante procedimientos de alta dificultad.
Rafael no puede evitar traer a colación el ejemplo de un perro de la Guardia Civil que evitó un ataque en Mallorca, encabezado por la agrupación terrorista de ETA, gracias a su desarrollado olfato. Poco antes de morir, Ajax fue condecorado por el mismísimo ex rey español Juan Carlos I. Según admite, su historia representó un disparador para seguir adelante con el proyecto y afianzarlo cada vez más.
Ese efecto multiplicador que refleja tener la organización encuentra un por qué en boca de su líder, para quien Retired Dogs 112 es “inimitable porque está en continua revolución”. Prueba de esto es el abanico de programas que disponen en la actualidad orientados a defender la tarea de los canes y velar por su cuidado físico y emocional: “Adopciones Brian” (el principal, que promueve y gestiona las adopciones mencionadas); “Eduka9” (divulgación educativa sobre los valores del perro de servicio), “k+9” (apoya la labor del perro y su guía), y “Care” (el más social de todos y sensible a cualquier problemática que los afecte en general).
Cuando se le consulta acerca de los planes futuros y la proyección internacional que podría encarar la iniciativa, Rafael sorprende a LA NACION con una respuesta inesperada: “Queremos ser una organización de referencia para los profesionales del sector y extender la idea a otros países. Una de las opciones que barajamos es la Argentina. Tenemos muchos seguidores de vuestro maravilloso país y nos encantaría que Retired Dogs 112 estuviera allí de forma permanente, ya que compartimos valores con respecto a los perros en general y, en particular, con los de servicio, como el honor, la lealtad y la valentía que los caracteriza”.
#TODOSCONCORBATA, EL CAN ARGENTINO QUE RECORRIÓ EL MUNDO
Retired Dogs 112, Change.org y Corbata, un perro del sur de la Argentina reconocido por su colaboración constante con la policía local, lideraron una campaña virtual que demoró sólo cinco días en recorrer el mundo y consagrarse como victoria.
La petición, dirigida al jefe de esa fuerza de Río Negro, pedía concretamente dar de baja a Corbata, especializado en Odorología Forense, y ofrecerle la tutela a su instructor, ex guía y formador, el veterinario Mario Rosillo, a quien Retired Dogs 112 había conocido en marzo durante un seminario organizado por una empresa de seguridad española. Fue allí donde el médico les solicitó ayuda para recuperar a su compañero de aventuras.
“Nos explicó que era un perro policía forense muy famoso en Río Negro, que había ayudado a resolver muchos hechos delictivos y que, actualmente, tenía 13 años y no lo querían jubilar, pese a no tener dientes y padecer una parálisis parcial de las patas traseras”, comenta Rafael sobre el encuentro.
“Mario llevaba tres años intentando conseguir su jubilación y adopción. La razón por la que la policía rechazaba el pedido era que Corbata tenía y tiene una capacidad olfativa superior a lo normal en este tipo de perros. El lo quería porque lo había adiestrado y lo consideraba su compañero, pero al no poder jubilarlo, le era imposible adoptarlo. A nosotros nos conmovió esta historia y le prometimos que lo íbamos a ayudar”, se explaya.
La campaña se puso en marcha los primeros días de abril desde España y la Argentina. Además de la tradicional recolección de firmas a través de la plataforma de Change.org, se instó a los seguidores de redes sociales a enviar fotos de sus mascotas con una corbata bajo el hashtag #todosconcorbata, en solidaridad con el perro.
La repuesta no se hizo esperar demasiado. Después de cinco días on line, con 4000 firmas y 500 imágenes, Corbata fue dado de baja de la Policía en medio de un merecido homenaje, donde le entregaron una medalla con honores; un gesto que celebró su prodigioso currículum dentro de la fuerza.
“El momento de la entrega de Corbata fue muy emotivo para nosotros porque pudimos comprobar que supimos llegar al público y transmitirles lo que nosotros vimos en los ojos de Mario cuando conocimos su caso”, concluye Rafael. Porque, en sintonía como rezaba la petición, “Mario es sólo una persona para el mundo, pero para Corbata es el mundo”.
Fuente: La Nación