La Tricomoniasis y Campylobacteriosis son dos enfermedades reproductivas de transmisión sexual que pueden afectar notablemente la rentabilidad del sistema de cría bovina. Conozca todo sobre esta problemática, a través del Médico Veterinario Carlos M. Campero del INTA E.E.A Balcarce.
El objetivo principal de los sistemas de cría es mejorar la eficiencia productiva del rodeo, manteniendo los costos a un nivel bajo para que el sistema resulte rentable y sustentable.
Actualmente, el 58% de los rodeos de cría del país se concentran en la Pampa húmeda, región de clima templado que permite la producción de carne bajo condiciones de pastoreo natural.
Sin embargo, los índices de destete a nivel nacional de las diferentes zonas de cría, son mucho más bajo de los considerados como “óptimos” (están aproximadamente en 65-70 %) y continúan siendo riesgosos para la persistencia del criador en el sistema.
Básicamente, los especialistas indican que la rentabilidad en la cría bovina depende de los siguientes factores:
• La producción neta de terneros por año y su peso al destete
• El precio por kilogramo de ternero producido
• El costo anual del mantenimiento del rodeo
EL PROBLEMA
El médico veterinario Carlos Campero aseguró que a pesar de tener un buen porcentaje de gestación (90%), se pueden obtener bajos índices de destete por pérdidas en los diferentes momentos del ciclo reproductivo de un vientre, a saber: pérdidas reproductivas y abortos durante la gestación, pérdidas al momento del parto, muertes durante la primera semana de vida y pérdidas desde la primera semana de vida hasta el destete.
Más que nada, uno de los aspectos limitantes de la eficiencia reproductiva de los rodeos para carne, están representados por la incidencia de las enfermedades infecciosas de la reproducción.
“Más del 50% de las fallas reproductivas en bovinos son debidas a causas infecciosas, existiendo, para algunas de ellas, mecanismos de prevención mediante vacunas y planes de manejo sanitario”, indicó Campero.
La presencia de enfermedades infecciosas de la reproducción en el rodeo nacional implica una reducción estimada del 10% o más del porcentaje de preñez.
“Dentro de las enfermedades reproductivas, aquellas de transmisión sexual como la Tricomoniasis y Campylobacteriosis, son de ocurrencia frecuente en las zonas de cría bovina del país. Las mismas pueden provocar pérdidas en los porcentajes de preñez de un 15% a un 25% o aún mayores, según se encuentren solas o asociadas”, detalló el profesional.
LAS ENFERMEDADES
Los agentes etiológicos Tritrichomonas foetus y Campylobacter fetus (protozoo y bacteria, respectivamente), habitan en el tracto genital de los bovinos adultos infectados.
La campylobacteriosis genital bovina tiene como agente causal al Campylobacter fetus con sus variedades venerealis y fetus.
Para ambas enfermedades, el toro actúa portador asintomático sin afectar su libido ni fertilidad siendo más afectados los animales adultos y viejos. Estas enfermedades, producen en la hembra infertilidad temporaria, abortos y piómetras esporádicas.
Los signos en el rodeo se manifiestan con repeticiones de celo, pero sobre todo, disminución de los porcentajes de preñez y abortos.
DIAGNÓSTICO DE LA TRICOMONIASIS Y CAMPYLOBACTERIOSIS
El veterinario remarca la importancia, para ambas enfermedades, del análisis de las muestras prepuciales de los toros como la herramienta más adecuada hasta el presente.
Las muestras prepuciales son cultivadas en medios especiales para el caso de la tricomoniasis y bien se efectúa la prueba de inmunofluorescencia para el diagnóstico de la campylobacteriosis.
De forma similar, las secreciones genitales de las hembras pueden ser utilizadas para dicho fin. La casuística de los últimos años indica una persistencia de la prevalencia hacia ambas enfermedades del 10 al 20% de los rodeos y del 2 al 3 % de toros afectados.
FACTORES DE RIESGO DE INFECCIÓN EN LA PRESENTACIÓN DE ENFERMEDADES VENÉREAS EN LOS TOROS
– Emplear toros adultos mayores de 4 años.
– Compartir el pastoreo con hacienda de otros dueños.
– Prestar o alquilar toros.
– Comprar vacas de descarte o vacías.
– Malos alambrados.
– Toros saltadores y/o difíciles de controlar.
CONTROL DE LAS ENFERMEDADES VENÉREAS
Las principales medidas de control recomendadas por el veterinario son:
– Realizar los análisis correspondientes pre servicio (al menos dos controles negativos) en todos los toros.
– No tratar los toros afectados con tricomoniasis, venderlos a faena.
– Implementar la IA en rodeos problemas, al menos en vaquillonas.
– Limitar el período de servicio (90 días).
– Reponer los toros cada 4 años de servicio, ya que los toros más viejos tienen mayor riego de adquirir infecciones venéreas.
– Eliminar las vacas vacías o sin cría al pie al final de parición.
– No rotar los toros en diferentes lotes durante el servicio.
– Identificar los toros que sirven en cada lote mediante un doble sistema (doble juego de caravanas, números a fuego y tatuaje, etc.).
– Disponer y mantener adecuadamente los alambrados, especialmente los linderos.
– Mantener a los toros en lotes con excelentes alambrados, agregar eléctrico si fuere necesario.
– No mezclar vacas preñadas nuevas con el resto del rodeo.
– Vender los toros saltadores de alambrados.
– Para el caso de la Campylobacteriosis, se sugiere además de lo mencionado, la vacunación y revacunación anual preservicio de los toros y hembras a razón de dos dosis con 25-30 días de intervalo.
06/11/2018
Fuente: Infocampo