Según un estudio de IERAL se destaca una caída en la cantidad de vacas en ordeñe superior al 17% interanual, y una contracción en la producción mayor al 38% por las lluvias de otoño. 

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La Provincia de Santa Fe ocupa el primer lugar en importancia respecto a producción lechera de la Argentina. De acuerdo a los últimos datos relevados en la segunda campaña de vacunación de fiebre aftosa del año 2015, existen 3.640 establecimientos tamberos, los cuales generan de manera directa más de 16.000 puestos de trabajo distribuidos en el territorio provincial. Pero más allá de los empleos directos, el tambo implica arraigo y desarrollo territorial. De allí que la crisis de la actividad revista tal gravedad para los santafesinos.

En momentos en que las cifras oficiales brillan por su ausencia, un estudio privado trae algunas certezas sobre el grado de incidencia de la producción lechera en la franja central de Santa Fe. Para tratar de dimensionar la importancia de la producción láctea y su implicancia en el desarrollo de las localidades de la cuenca, IERAL llevó a cabo un trabajo de investigación que involucró entrevistas con referentes comunales y productores de la zona.
“El estudio se centró en las localidades del departamento Castellanos con una población menor a 2.000 habitantes y con mayor participación relativa de la actividad del tambo en el total del empleo. Esas localidades producen en forma conjunta aproximadamente el 30% de la leche del departamento”, le explicó a Campolitoral Carolina Beltramino, economista Jefe de IERAL Litoral (Fundación Mediterránea). Según el informe, el impacto socioeconómico de producción láctea es directo y “resulta muy evidente para toda la población”, sobre todo en las localidades más chicas, a través del empleo directo e indirecto, como cooperativas y proveedores de insumos.
Las entrevistas se realizaron en los meses de Junio y Julio del presente año. “Se indagó respecto al impacto en términos de empleo de la producción lechera, al vínculo entre los productores y las comunas, las características de los planteos productivos, y la coyuntura actual que atraviesa el sector”, sostiene Beltramino.
La muestra analizada se conforma por 34 productores, que operan 57 establecimientos productivos localizados en los distritos de Presidente Roca, Tacurales, Colonia Raquel, Colonia Bicha, Pueblo Marini, San Antonio, Fidela, Hugentobler, Virginia, Colonia Maua, Villa San José y Galisteo. “Hicimos entrevistas con los referentes comunales para ver su perspectiva del sector y la vida en estas localidades. Los tamberos residen en estas localidades, contratan servicios e insumos en estas localidades, hacen sus compras en estas localidades, y se educan en estas localidades”, afirma.
Arraigo lechero
Según Beltramino, la actividad lechera constituye un factor de arraigo territorial de gran valor. “A diferencia de la actividad agrícola extensiva, los tamberos y en muchos casos los propietarios de los tambos, viven en la zona; contribuyendo al desarrollo rural y constituyéndose en un pilar de las economías regionales”.
Por eso, al realizar una estimación abarcando toda la provincia de Santa Fe, se observan 61 distritos con una incidencia teórica del empleo de la lechería igual o superior al 20% de los puestos de trabajo locales. “Dichas localidades reúnen una población aproximada de 35.500 personas y concentran el 40% de los establecimientos productivos tamberos de la provincia de Santa Fe. El 37% de los ocupados en las 61 localidades trabaja en empleos generados de manera directa por la lechería”, sentencia el informe.
Según lo expresado en las entrevista, “las empresas e instituciones del sector lechero ocupan un rol determinante como promotores del desarrollo en la región”. Y más: contribuyen a generar otro tipo de empleos indirectos, como son los vinculados a las instituciones, como los maestros de las escuelas o los rubros generales que abastecen a los habitantes de la zona.
Por departamento
El 55% de los tambos se localiza en los departamentos Castellanos (30%) y las Colonias (25%), conformando la cuenca láctea más grande del país. De acuerdo a estimaciones propias, los tambos localizados en dicha región generan más de 8.700 puestos de trabajo de manera directa.
En tercer lugar, el departamento de San Cristóbal representa el 18% de las unidades productivas relevadas, y la actividad sostiene más de 2.800 puestos de trabajo. En cuarta posición, el 8% de los tambos se localiza en el departamento de San Martín, ocupando a más de 1.200 personas.
De acuerdo al relevamiento realizado a los productores lecheros, el 84% de los mismos reside en el distrito donde tiene asentado el tambo o en otras colonias de la zona. El 16% restante, reside en ciudades del departamento Castellanos (Sunchales y Rafaela).
En nueve de las localidades visitadas, los referentes comunales han brindado información referida al porcentaje de las hectáreas destinadas a actividades vinculadas a la lechería. Se destacan los casos de Colonia Tacurales (90%), Colonia Bicha (90%), Colonia Raquel (66%) y Villa San José (60%), donde las actividades vinculadas a la lechería superan el 50% del total.
Generación de empleo
La contratación de mano de obra de los establecimientos lecheros es en promedio 4,4 trabajadores por tambo. En el caso de los establecimientos productivos más grandes, la mano de obra ocupada promedió poco más de 5; mientras que para productores chicos y medianos, los puestos de trabajo permanentes rondaron las 3 y 4 personas respectivamente. Además, el análisis de mano de obra empleada por hectárea, permite observar que si bien los productores grandes registran una mayor cantidad de puestos de trabajo a nivel global, los establecimientos medianos y chicos, superan en 24% y 60% los puestos de trabajo por hectárea. La mano de obra familiar representó cerca del 35% de los puestos de trabajos generados por la actividad (gestión, alimentación y laboreo). Y sólo en el 7% de los establecimientos tamberos los propietarios son responsables del ordeñe.
Si bien las cifras expuestas representan por si mismas una contribución significativa para el territorio provincial, subestiman el real impacto de la actividad.
Además del empleo directo que genera la producción tambera, la lechería sostiene trabajos de manera indirecta a partir de las compras de insumos y la contratación de servicios para la actividad productiva. Por ejemplo, la reparación y mantenimiento de equipos; la venta de semillas, alimentos, fertilizantes y suministros; los servicios veterinarios, e insumos para la reproducción y medicinas.
“En este sentido, es necesario resaltar la presencia de ocho cooperativas lecheras en las 12 localidades visitadas, que dependen exclusivamente de la actividad lechera. Según lo expresado en las entrevistas, las empresas e instituciones del sector lechero ocupan un rol determinante como promotores del desarrollo en la región. Se destaca el caso de Villa San José, localidad de 410 habitantes, en la que se encuentran establecidas 2 cooperativas lecheras: Coop. Ltda tambera San José y Coop. Ltda tambera San Alfredo”, destaca Beltramino.
De acuerdo a las entrevistas realizadas, tanto en el caso de la provisión de insumos como para la contratación de servicios, la investigadora remarca que existe una lógica localista: los productores buscan de proveerse en la misma zona de los insumos y servicios que requieren para sus actividades productivas. “En el caso de la provisión de insumos, es posible identificar los siguientes patrones de comportamiento: el 36% de los productores entrevistados compra insumos en la localidad en la que se encuentra el establecimiento productivo. Si se incluyen los casos en que los productores adquieren los productos en colonias agrícolo-ganaderas de la zona, la participación asciende al 83% del total. El 56% de los productores se abastecen de insumos en ciudades dentro del departamento castellanos (Rafaela o Sunchales). El 20% de los entrevistados realiza compras en localidades fuera del Departamento Castellanos (en el departamento Las Colonias, Santa Fe o en la Provincia de Córdoba)”.
Educación y diversificación
Otro aspecto que destaca el trabajo pasa por el tema educativo. El 70% de los productores comentó que alguno de sus hijos recibe o que recibió educación primaria en las escuelas de la localidad donde se encuentra el establecimiento productivo. El 25% de los entrevistados enviaron a por lo menos uno de sus hijos a cursar su educación primaria en instituciones educativas de otra localidad rural cercana; y en el 10% de los casos, los hijos se educan o se educaron en la escuela primaria de alguna ciudad cercana al establecimiento. “Un hecho llamativo es que la proporción de productores que residen actualmente en ciudades (16%), es mayor que la de cuyos hijos asistieron a la escuela primaria en dichas ciudades. Esto sucede porque hay productores que se han mudado a una ciudad en un momento posterior”, sostiene el informe.
Diversificación
El 83% de los productores entrevistados, expresó que la actividad principal de su establecimiento es la lechería. La producción primaria de leche bovina, puede involucrar actividades que incluyen todas las etapas de la producción animal, o solo algunas de ellas (cría, recría de hembras, reproducción y lactancia; y producción de machos para servicio o venta).
“La variabilidad en los resultados de la actividad lechera, hace que la mayoría de los productores diversifique su producción para disminuir riesgos y poder sostener la producción lechera. Por ello, el 80% de los productores entrevistados combina la producción primaria de leche con otras actividades en su explotación agropecuaria: principalmente agricultura y ganadería”, remarca el trabajo. El 20% restante, dedica el 100% de las hectáreas que trabaja a la actividad lechera, y de ellos, el 70% de los mismos se dedica a alguna otra actividad o tiene alguna otra fuente de ingreso. La prestación de servicios a la producción de terceros, empleo en cooperativas, en la comuna, o están jubilados, por ejemplo.
Coyuntura Actual
Finalmente, el trabajo se detiene en el escenario actual del sector lácteo, al que rotula como “crítico”, por la conjunción de tres factores: la caída de precios en el mercado internacional y su correlato en el bajo precio que reciben los productores por la materia prima; el incremento de costos de los insumos, principalmente suplementación, agroquímicos, semillas y gasoil; y los excesos hídricos en las principales cuencas, con la consecuente caída de la producción y del rodeo.
Respecto de las “ayudas” oficiales, el trabajo denuncia la falta de herramientas financieras ADAPTADAS a esta realidad como el principal factor a mejorar. De hecho, el 67% de los productores interesados en acceder a un crédito, manifestó que por diversos motivos no le fue posible acceder a una línea de financiamiento apropiada. Entre las causas por las que no se efectivizó el acceso de los productores al crédito, sobresalen la tasa y el plazo de mercado.
En las entrevistas realizadas a los referentes comunales, se relevó información respecto de la cantidad de tambos que habían cerrado durante el último año en cada localidad. De acuerdo a lo informado, aproximadamente el 6,5 % de los tambos de las localidades visitadas dejó de operar en el período consultado. Asimismo, el 43% de los productores entrevistados consideró dejar de operar el tambo o achicarse cerrando uno de los establecimientos, como consecuencia de las contingencias climáticas y la coyuntura del último año.
“Consideramos que la información fehaciente es un insumo importante al momento de evaluar la prioridad de las políticas públicas dirigidas a contener la situación crítica del sector lechero. Por eso quisimos visitar esas localidades para terminar comprobando que la actividad lechera se constituye en el principal soporte productivo de la economía en las localidades agrícolo-ganaderas que integran la cuenca láctea”, dice Beltramino. Los resultados fueron contundentes: en la cuenca, el empleo generado directamente por la actividad de producción primaria de leche, representa aproximadamente el 60% de los puestos de trabajo en las 12 comunidades rurales bajo estudio.

“Se indagó respecto al impacto en términos de empleo de la producción lechera, al vínculo entre los productores y las comunas, las características de los planteos productivos, y la coyuntura actual que atraviesa el sector”
En cifras
El 74% de los productores señaló a los precios que recibe el productor como uno de los principales limitantes de la producción.
 • El 57% de los productores consideró que la disponibilidad de créditos accesibles, a largo plazo, y con períodos de gracia adecuados, son un elemento clave para salir de la coyuntura actual.
• Como consecuencia de los excesos hídricos, el 43% de los productores expresó que se encontraba en una situación crítica de reservas.
• Cerca del 40% de los productores entrevistados manifestó que eran necesarias obras de infraestructura para mejorar/asegurar la transitabilidad de los caminos rurales, obras que permitan conservar los canales hídricos y obras dirigidas a la sistematización del sistema de cuencas, para evitar o minimizar próximas inundaciones.
• El 30% de los productores entrevistados identificaron al clima como uno de los mayores desafíos que enfrenta la lechería. El 30% de los productores identificó al desbalance de poder a lo largo de la cadena de producción, como uno de los desafíos sobre los cuales se debe avanzar para garantizar la sostenibilidad de los sistemas lecheros.
 
12/10/2016

Fuente: Infortambo