A la hora de adoptar un animal las personas que viven en departamentos o espacios pequeños suelen tener en cuenta si esa mascota tendrá allí el lugar necesario para pasar sus días con la mayor comodidad posible.

La raza, el tamaño, la edad e incluso si conviene más un perro o un gato son parte de las opciones que se debaten entre las familias dispuestas a llevar un miembro más a sus hogares.

Para aclarar todas estas dudas Clarín consultó a Melina Wajner, veterinaria a cargo del equipo de salud de la tienda Puppis.

¿Razas o características?
No se trata de elegir una raza específica sino de analizar las características que tengan esos animales para que se adapten mejor a un espacio pequeño, aclaró la veterinaria.

Con esa premisa, Wajner mencionó que lo ideal es buscar animales tranquilos, que no sean de cruces de razas, por ejemplo, de aquellos llamados de deporte o cazadores.

Por otra parte, derribó el mito del animal pequeño como el más recomendable. “Se piensa que los perros de tamaño chiquito son los que mejor se adaptan para espacios reducidos, pero no es así. Hay perros que, por su comportamiento o su genética, requieren mucha actividad y no sería lo más prudente tenerlos en un departamento pequeño”, aseguró.

¿Perro o gato?
El análisis entre perros o gatos no debería darse por una cuestión de espacio sino del tiempo disponible de la familia adoptante.

Según la especialista, si esas personas tienen disponibilidad horaria, predisposición a salir y tienen la voluntad de realizar los paseos diarios a sus animales es preferible que tengan un perro.

“El perro, por sus características de ser gregario, de vivir en manada y la socialización que tiene, requiere de salida de esparcimiento -no sólo para sus necesidades sino del esparcimiento como enriquecimiento ambiental”, sostuvo Wajner.

En cambio, si quienes pretenden adoptar un animal no quieren o no pueden tomar la responsabilidad de llevar a cabo esas salidas, entonces es aconsejable que tengan un gato, señaló.

Y aclaró: “No apunto a que es mejor uno u otro, sino que depende de lo que uno pueda brindarle a esa mascota”.

¿Cachorros o adultos?
Si el animal es cachorro, al poder educarlo desde sus primeros meses de vida, podría adaptarse más fácilmente a vivir en un espacio pequeño.

Si es un adulto existe la posibilidad de que venga acostumbrado a otra crianza o que no esté adaptado a vivir en un espacio cerrado.

Si el animal vivió en la calle será más difícil su estadía en un departamento, mencionó la veterinaria. Sin embargo, enfatizó: “Esto no quiere decir que a un adulto no lo podamos adaptar para la crianza, ya sea un perro o un gato. Lo importante es apuntar a la educación y al límite”.

“Son animales muy inteligentes, están socializados para vivir con personas y depende mucho de la crianza que uno les pueda dar la forma en que se comporten”, agregó.

Lo que puede suceder con los perros adultos es que insistan con las costumbres que traían, ya sea ladrar constantemente o, por ejemplo, comer de la basura. “En estos casos la enseñanza y la educación son fundamentales”, dijo la experta.

Y cerró: “Hoy en día tenemos muchos productos para mejorarle la calidad de vida y el ambiente, ya sea por medio de juegos o de feromonas; y siempre es importante la consulta al veterinario en el caso del animal adulto que pueda tener más problemas de comportamiento que un animal cachorro”.

Animales domésticos y cuidados básicos

La veterinaria mencionó una serie de cuidados fundamentales dentro del hogar:

– Tener siempre agua fresca disponible.
– Alimentación adecuada.
– Cuidados médicos preventivos.
– Vacunación al día.
– Realizar desparasitación.
– Protegerlos contra las inclemencias del clima.
– Brindarles un lugar cómodo para poder descansar.
– Tener protección en ventanas y balcones con una red o con reja.
– Para perros: procurar la socialización con otros animales de su misma especie, una buena educación, un buen trato y paseos.
– Para gatos: el gato no sólo duerme y come, también necesita -entre otras cosas- juegos y rascadores.

Fuente: Clarín