Frente al aumento de costos de alimentación para los productores porcinos, el INTA Pergamino elaboró una serie de recomendaciones con la intención de sostener el crecimiento que la actividad tuvo en los últimos años.

 

Según un documento elaborado por el Grupo de Porcinos de esa estación experimental del INTA, en un contexto en el que los precios del maíz y la soja subieron el 64 y el 82 por ciento entre abril de 2017 y mayo pasado “el productor solo tiene el poder, al menos en el corto plazo, de modificar los kilogramos de producto vendidos a través de la mejora de la eficiencia productiva (cabezas producidas y peso a faena)”. Como contrapartida, el precio del capón solo creció 21% en ese mismo período.

“En momentos de crisis, la primera reacción es tender a disminuir los costos de producción”, sostiene el informe. Sin embargo, advierte que esa alternativa debe ser manejada con cautela “ya que podría jugar en contra al disminuir la productividad del sistema”.

Por esa razón, los especialistas en porcinos del INTA Pergamino recomiendan atender los siguientes puntos críticos:

  • Aumentar el porcentaje de preñez, punto fundamental, para lograr un incremento en los animales vendidos.
  • Disminuir al máximo posible el porcentaje de mortandad (sobre todo durante la lactancia), para lograr la mayor cantidad de lechones destetados por madre por año.
  • Durante el engorde, etapa que implica la mayor cantidad de alimento a consumir, evitar pérdidas innecesarias (pueden representar hasta un 30% del alimento entregado). Realizar un adecuado ajuste de comederos y formar lotes de engorde parejos en edad y peso.
  • Alimentar con dietas formuladas para cada categoría para reducir al mínimo los días a faena.
  • Uso de instalaciones de bajo costo o adecuación de las existentes que respondan a las necesidades ambientales de cada categoría.

Otras recomendaciones se basan en apelar al uso de alimentos alternativos que tienen un menor costo que la soja o el maíz. Si los ingredientes están disponibles en la zona, y no afectan la calidad del producto, hay que asegurarse que las dietas formuladas cubran las necesidades productivas de los animales “para no incurrir en ineficiencias o en deficiencias nutricionales”, dice el documento.

El Grupo de Porcinos del INTA Pergamino destaca, además, que es “crucial llevar y evaluar los registros de la producción para poder realizar un diagnóstico acertado de cada situación particular en pos de corregir con mayor exactitud dichos puntos críticos”.

06/06/2018
Fuente: LaNación