Los espacios “pet friendly” están a la orden del día. Siguiendo la movida mascotera que se impone en el mundo y también en nuestro país, cada vez son más los vecinos que eligen lugares en los que pueden pasar el tiempo libre en compañía de sus animales. Hay bares, restós y hoteles que picaron en punta y ofrecen servicios especiales para perros, gatos y dueños. Se trata de una tendencia en alza, y que tiene cada vez más impulso en la zona Norte del Gran Buenos Aires.

Según las estadísticas, el 78 % de los argentinos tiene una mascota. La delantera, con el 63 %, la llevan los perros y en segundo lugar, con el 26 %, los gatos. Así, la Argentina se ubica en el podio bichero y es el que mayor penetración tiene en Latinoamérica. Un dato más que explica este fenómeno del crecimiento de lugares amigables con los animales domésticos: el 40 % de los dueños los considera como un miembro de la familia.

En el corazón de San Isidro, a poco más de una cuadra de la estación del ferrocarril Mitre, sobre Martín y Omar al 200, en la pastelería “Soffice” se declaran “híper pet friendly”. Con una ambientación cálida y relajada, esta casa de té ofrece pastelería estilo homemade, ensaladas naturales con ingredientes de su huerta y un patio delantero con lugar para unas 15 personas en el que está permitido el acceso de mascotas.

“Amamos los animales, por eso acá son súper bienvenidos. Hay recipientes con agua especialmente dispuestos para ellos”, explica Angie Moroni, una de sus dueñas. Y agrega con una sonrisa: “Tenemos perros fieles. Vienen siempre, ya los conocemos y hasta sabemos cómo se llaman”.

“Los fines de semana voy con ‘Rafa’ a todas partes ”, confirma Daniela Borrero, vecina de Martínez y dueña de un poodle. “Por suerte, cada vez más bares aceptan perros. Y los que no tienen un lugar determinado, permiten estar con ellos en las mesas de la vereda, mientras no hagan lío”.

Una novedad son los menúes con platos también para las mascotas. En “Suca Chocolate Pasión”, al 15300 de Libertador, tienen snacks (cookies) para perros. Allí pueden ingresar animales de hasta 3,5 kilos –siempre que se queden en la mesa y no circulen–y hay un “parking” afuera para los más grandes, con bebederos.

Susana Sarlenga, la dueña, cuenta: “Nos convertimos en un punto de encuentro amigable e integrado para quienes tienen mascotas. Hoy se las considera como parte del grupo familiar, la gente no las quiere dejar solas y, por eso, vienen con ellas a disfrutar de un buen momento”.

Otra tendencia en crecimiento es la de la hotelería que admite animales en sus habitaciones. Por caso, el hotel y apart Posada San Isidro, ubicado sobre Maipú, es uno –pero no el único– de los que permiten que perros y gatos acompañen a sus dueños en la habitación o los departamentos.

También están los lugares que no sólo admiten la presencia de mascotas sino que la fomentan, como el deli-café “Dulce María”, en Pacheco al 1500, a la vera del río. “Los recibimos con galletitas y agua y también ofrecemos un menú canino. Además, organizamos ‘pet days’ con sorteos y actividades especiales”, indican en el lugar.

La disposición de espacios determinados y, muchas veces, al aire libre para las mascotas, no es antojadiza sino que tiene que ver con el cumplimiento de reglamentaciones municipales. “Respecto a bares y restoranes, está en vigencia el decreto 21/69”, indican en el Municipio de San Isidro, remarcando que esta norma sólo “prohíbe la tenencia de animales vivos en los comercios gastronómicos cuando comprometan la higiene del lugar”.

Fuente: Clarín