¿Son ariscos? ¿Son más limpios que otros animales? ¿Son traicioneros? ¿Están preparados para la vida doméstica? Éstas y otras preguntas responde Ricardo Bruno en ¡Miau! Una guía para entender a tu gato (Grijalbo), donde desentraña los secretos y mitos alrededor de los felinos.
El veterinario -uno de los primeros médicos de la Argentina que se dedicó a estudiar el comportamiento de los animales domésticos- los define como los “abanderados de la doble vida”. Esto se explica en la capacidad de su cerebro para desdoblarse y comportarse como “doméstico o salvaje”. Así, “si bien convive con otros y genera vínculos afectivos, nunca pierde su individualidad”, explica Bruno.
La historia del vínculo entre gatos y humanos tiene su origen en la capacidad del animal para controlar plagas y alimañas. Sin embargo, actualmente esto ya no es así: el autor menciona que, sobre todo en las ciudades, la principal función del gato es la compañía.
Por ello, el médico considera vital conocer a fondo el comportamiento de esta mascota. Uno de los puntos que describe tiene que ver con los sonidos que emite: el maullido lo realiza con la boca abierta y el ronroneo, con la boca cerrada. Ambos sirven para expresar su estado de ánimo, ya sea a otro de su misma especie o a un ser humano. Pero éstos no son los únicos: especialistas registraron hasta 73 sonidos diferentes, cada uno con un significado diferente.
Alrededor de los gatos también existen varios mitos: uno de ellos tiene que ver con su cola. ¿Qué hay detrás del movimiento de su rabo? Según apunta Bruno, no sólo tiene que ver con su alegría o su enojo: “Este comportamiento tan frecuente refleja el estado de conflicto emocional de un gato cuando quiere hacer dos cosas al mismo tiempo y no puede decidirse por una de ellas”.
Bruno destaca otro mito alrededor del gato: niega que sea “traicionero”. Para el veterinario, el animal “siempre le adelanta a los demás sus acciones. Sólo excepcionalmente actúa sin dar señales de lo que va a hacer y jamás ataca sin alertar primero”.
¿Y qué hay de su pánico al agua? Falso también. El autor asegura que los felinos “son excelentes nadadores”.
Otro punto interesante se desarrolla en sus orejas: “Si están hacia atrás, quiere decir que están enojados o preparados para agredir; si las aplastan contra la cabeza, significa que tienen miedo; y si las mantienen erguidas, están atentos y curiosos”.
Una virtud muy difundida acerca de los gatos es su pulcritud. Por ello, el especialista recomienda estar alerta cuando el pelaje está sucio, ya que puede significar que “está enfermo o atravesando un mal momento”.
Quienes tengan o hayan tenido un gato, saben de su pasión por arruinar sillones. Esto, que muchas veces desata la furia del dueño del mueble, tiene una explicación sencilla y se relaciona con el marcaje con sus uñas. Al rasgar la tela, el animal “se despoja de las capas externas y envejecidas de sus uñas para que queden expuestas las capas nuevas y relucientes”. Pero, ¿por qué el sillón? “Es un lugar al que el animal le tiene gran cariño y donde se siente cómodo y seguro, perfecto para marcar como propio y realizar una tarea tan placentera”.
¿Y cuántos años vive un gato? En promedio, su expectativa de vida es de 15 años, aunque claramente cada uno tiene sus particularidades. A partir de los 12 años se considera que el felino comienza a envejecer y esto se refleja tanto en “cambios en el organismo como en comportamientos anormales”.
Finalmente, Bruno resalta que un gato puede ser feliz al realizar sus actividades favoritas, tales como pasear y jugar. También mientras puede estar junto al grupo con el que se crió, ya sean humanos o animales con quienes crecieron en la casa. Y, definitivamente, hallan la felicidad “al ser respetados como seres vivos y no como humanos de cuatro patas”.
Fuente: Clarín