El contexto de la pandemia del coronavirus nos dio una oportunidad única para entender mejor cómo los perros pueden brindar apoyo social. Son capaces de amortiguar los síntomas de estrés, ansiedad y depresión, además de contribuir a la felicidad, incluso durante una crisis global.

El párrafo anterior no es ciencia ficción, sino todo lo contrario. Forma parte de un estudio realizado en Estados Unidos y publicado este miércoles en la revista científica PLOS One.

Participaron 768 dueños de perros y 767 potenciales dueños, es decir, personas muy interesadas en tener una mascota a futuro. Respondieron una encuesta online -presentada en noviembre del 2020- que incluyó escalas psicométricas de depresión, ansiedad, felicidad, actitud y compromiso con la mascota y apoyo social percibido.

“La pandemia del COVID-19 ha afectado negativamente a diversas poblaciones y los resultados de la muestra proporcionan evidencia de que los dueños de mascotas y los posibles dueños de mascotas también se han visto afectados”, indica el estudio encabezado por el etólogo Francois Martin, del instituto Nestlé Purina Research de Saint-Louis, Estados Unidos.

Durante este período, el 33% de los participantes reconoció que su salud se vio afectada, el 45% indicó que repercutió en sus finanzas, el 67% dijo que sus emociones habían sido impactadas y el 72% informó que se alteró su estilo de vida.

Menos depresión
El trabajo arrojó diferencias entre quienes tenían un perro y los que no. En los dueños de mascotas, los niveles de depresión fueron menores. En promedio, tuvieron una puntuación más baja (M = 12.41; SD = 14.25) que los potenciales dueños de perros (M = 14.06; SD = 14.86).

“Nuestros resultados muestran que los dueños de perros domésticos estaban significativamente menos deprimidos que los que no tenían mascotas”, detallan los investigadores.

Mayor apoyo social
Los dueños de perros tuvieron una actitud y un compromiso significativamente más positivos con las mascotas. Su puntuación media en la escala de actitud fue 109,93, contra los 105,94 puntos de quienes no tenían un animal de compañía.

Además, quienes conviven con estos animales informaron un grado significativamente más alto de apoyo social percibido. Tuvieron una puntuación media de 5.48, significativamente mayor al de los potenciales dueños, con 5,34 puntos.

“Estos hallazgos son consistentes con otros estudios que documentan que las mascotas brindan apoyo social a los humanos”, precisa el trabajo. Sin embargo, no arrojó diferencias significativas entre las puntuaciones de ansiedad y felicidad en ambos grupos.

“Tomados en conjunto, nuestros resultados sugieren que ser propietario de un perro puede haber proporcionado a las personas un sentido más fuerte de apoyo social, que a su vez puede haber ayudado a amortiguar algunos de los impactos psicológicos negativos causados por la pandemia de COVID-19”, indica el informe.

“Nuestro trabajo se suma al corpus de literatura científica que demuestra que los perros domésticos pueden contribuir positivamente al bienestar de los dueños durante tiempos difíciles. Sin embargo, se necesita más trabajo para comprender mejor la relación entre la propiedad de mascotas y el apoyo social como moduladores del bienestar del propietario”, concluyen los autores.

En investigaciones futuras -completan- puede ser útil profundizar en la calidad de la relación entre las personas y sus mascotas, ya que este puede ser un factor importante a considerar.

Fuente: Clarín