Así como planificamos nuestros viajes y prevemos todo lo necesario para disfrutar al máximo de las vacaciones, lo mismo tenemos que hacer con respecto a nuestros amigos de cuatro patas. ¿Qué debemos saber al trasladarlos en auto o avión? ¿Cuáles son los cuidados en la playa y la pileta? Para responder estas preguntas charlamos con el doctor Baltazar Nuozzi, médico veterinario y amante de los perros, quién despeja todas las dudas.

¿Qué cuidados debemos tener a la hora de trasladar a un perro en auto?

Para aquellos dueños que no suelen llevar a sus perros en el auto, lo aconsejable es que hagan un simulacro un par de días antes de salir de viaje. Subir al perro y dar una vuelta para ver cuáles son las consecuencias del paseo: algunos se marean, vomitan o hipersalivan. Luego hay que realizar una visita al veterinario para que el profesional determine qué medidas tomar para tratar de aminorar esos efectos. Nunca mediquen a su perro sin consultar a un profesional.

Otra de las cosas fundamentales en el auto es el cinturón de seguridad. El perro tiene que ir siempre atado por más corto que sea el trayecto. Y, por último, nunca dejes a tu perro encerrado en el auto. Los diez minutos en los que podés hacer una parada en una estación de servicio pueden resultar fatales para el animal si llegan a sufrir un golpe de calor.

La hidratación también es un punto importante de los viajes en auto. Según la raza habrá que hacer paradas cada cierto tiempo para darle agua al animal. Este aspecto se puede entrenar: cuanto más acostumbrado está el perro a viajar, mejor se adapta a la situación.

Llegamos a la playa. ¿cuáles son los cuidados en este espacio?

Lo primero es chequear que la playa admita perros. Aún en espacios aptos para ellos se hay que evitar que estén sueltos porque no todo el mundo se siente en armonía con los animales y puede haber niños que les teman. Hay que buscar el equilibrio para no molestar al resto de la gente que se encuentre en el lugar.

Siempre deben llevar una chapita identificadora o un chip (se colocan debajo de la piel). Las estadísticas indican un notorio aumento de los perros perdidos durante los veranos y la falta de identificación es uno de los mayores inconvenientes en estos casos.

Hay que tener especial cuidado con la temperatura de la arena porque puede dañarles las almohadillas plantares y, por supuesto, llevarles agua para mantenerlos hidratados (lo ideal es que tomen agua cada media hora).

En términos generales, todo perro puede meterse al mar siempre que se le coloquen tapones en los oídos (se debe consultar con el veterinario). El 80% de las otitis caninas originadas en la playa son producto de la entrada de agua de mar al bañarlos.

Es fundamental el secado al salir del agua. La acumulación de humedad en la piel del perro puede producir una infección de piel llamada parche caliente que es compleja de tratar.

¿Y en la pileta?

Los recaudos deben ser los mismos que en la playa. Se agrega el cuidado de la ingesta del agua por la concentración de cloro que es dañina para el animal.

¿Qué pasa si realizamos un viaje en avión?

Las condiciones del viaje en avión con animales dependen del destino. Por ejemplo: si el viaje es a Europa, el perro debe ir con un chip y con un informe especial de su veterinario. Lo recomendable es hablar con el profesional que sabrá qué requerimientos se deben cumplir para cada región.

En todos los casos se debe tramitar un certificado en SENASA, el ente que te habilita a sacar un perro del país. Este documento se debe realizar 10 días antes del viaje.

Fuente: La Nación