La cantidad de perros y gatos adoptados en Capital creció un 133% en el último año.

Así lo informaron fuentes del programa que realiza el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, a través de la Agencia de Protección Ambiental, junto a unas 80 ONGs.

En lo que va del año, 210 perros y gatos, un 133% más que en el primer semestre de 2016, encontraron un hogar, en el marco de las Jornadas de Adopción oficiales, precisaron.

La agenda de esos encuentros -modificada por las lluvias de estos días- se puede consultar vía web. Y el Facebook también es una vía de contacto, incluso entre vecinos.

A través de las Jornadas de Adopción de Mascotas se busca fomentar la tenencia responsable, a partir del encuentro entre quienes buscan una mascota y organizaciones de la sociedad civil que rescatan y cuidan animales sin hogar.

Desde 2014, se realizaron 26 Jornadas de Adopción de Mascotas y 650 perros y gatos encontraron un hogar.En los primeros dos años, el promedio de adopción de cada jornada era de 15 animales. En 2016, esa cifra escaló a más de 20 y durante 2017, a 30.

Si se consideran adopciones posteriores, que se concretan tras el contacto de adoptantes con las más de 80 organizaciones que participan de la movida, la cantidad de mascotas adoptadas por encuentro asciende, en este año, a 53 perros y gatos, en promedio.

“Queremos contribuir con la convivencia armónica de las mascotas y los vecinos en el espacio público”, resumió Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público porteño.

En cada jornada, los vecinos pueden participar de actividades gratuitas, entre ellas, desfiles de mascotas, sorteos y espacios para que los chicos aprendan a cuidarlas.

“Además, es una oportunidad para que las organizaciones puedan recibir donaciones de los vecinos, con las que solventan parte de los costos de su actividad. Por último, quienes lo deseen, pueden ofrecer su casa como hogar de tránsito para albergar animales sin hogar de forma temporaria”, indicaron desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público.

Más perros y gatos felices. Y humanos, también, claro.

Fuente: Clarín