La producción de carne bovina en el Valle Inferior del Río Chubut (VIRCh), es una actividad en crecimiento, con emprendimientos que recrían y engordan alrededor de 80 mil terneros por año. Con más de 300 emprendimientos ganaderos, 6 plantas de faena, más de 9.000 puestos de trabajo directo e indirecto en el VIRCh, abastece más del 50% del consumo provincial. Recomendaciones del INTA para un adecuado manejo sanitario del rodeo.

 

Entre los meses de abril y junio, se produce gran parte del ingreso de los terneros para la recría y el engorde, producto del destete de animales que se realiza en esta época del año en el oeste del Chubut, y procedentes de las provincias de Buenos Aires (Partido de Patagones), Rio Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego, principalmente.

Si bien el VIRCh posee condiciones ambientales favorables para la actividad, la implementación de un Plan Sanitario y un manejo adecuado de los animales al arribo, será de gran importancia para evitar y reducir pérdidas económicas durante la recría y terminación de animales.

Considerar el manejo de los mismos previo al arribo, y durante los primeros días de su llegada, es de gran valor para una adecuada inmunidad y la futura sanidad de los animales. Si bien no existe una única receta o recomendación, se debe diferenciar aquellos establecimientos que realicen recría sobre pasturas (con o sin suplementación) de aquellos otros que realizan la recría y terminación totalmente a corral.

Es importante comprender que los terneros son sometidos a un conjunto de factores estresantes previos al arribo, como el destete (que generalmente incluye la marcación, caravaneado y otras prácticas), el encierre para la carga, traslado desde el establecimiento de origen con largos viajes, que muchas veces superan los 400 a 600 kilómetros. También debemos considerar el ayuno prolongado de los animales y el cambio de dieta que significará pasar de un ternero de 5 a 6 meses al pie de la vaca a un animal destetado que inicia su recría en un nuevo ambiente y con nuevos forrajes.

La adaptación de estos terneros a las condiciones del VIRCh, resultará menos traumática o estresantes en sistemas pastoriles respecto a sistemas más intensivos como el feedlot, ya que los animales en pastoreo recibirán forrajes voluminosos más semejantes a los disponibles durante la etapa de cría o en origen. Sin embargo, el acceso a pasturas de alta productividad o a alfalfares en crecimiento requerirá un acostumbramiento paulatino (pastoreos controlados en duración horaria) y acceso a rollos o fardos de baja calidad (preferentemente previo al pastoreo).

En el caso de animales destinados a la recría y engorde a corral, el cambio de dieta deberá realizarse en forma más gradual con unos 2 a 3 días de dieta de forrajes voluminosas (fardos o rollos de pastura) y posteriormente, la incorporación progresiva de alimentos concentrados como balanceados, granos, etc. Estos conceptos son de gran importancia para posibilitar reducir el estrés de los animales y así poder iniciar la aplicación exitosa de vacunas, antiparasitarios y otros productos (complejos vitamínicos y minerales, etc.) a partir de las 48 a 72 horas de su arribo.

Si bien éste resulta el manejo más frecuentemente utilizado en el VIRCh, sería recomendable y más efectivo que el plan de vacunación se iniciara en el establecimiento de origen de los terneros. Para ello, es recomendable que transcurran unos 15 a 20 días luego de la segunda dosis (refuerzo de vacunación) previo a la carga de los terneros.

En nuestra región se recomienda como vacunas, dentro del plan de salud, la aplicación del tratamiento contra “enfermedades clostridiales” y “enfermedades respiratorias” de los bovinos. Ambas vacunas requieren, para una adecuada protección, la aplicación de 2 dosis con un intervalo entre la primera y segunda dosis de 20 a 30 días. Existen en el mercado distintas marcas con diferentes componentes, lo cual determinará una mayor o menor cobertura dentro de las enfermedades clostridiales y respiratorias. Asimismo, distintos laboratorios fabrican vacunas combinadas que incluyen otras enfermedades como queratoconjuntivitis, muerte súbita, etc.

La desparasitación de animales luego de su llegada, es otro tratamiento recomendado. Es importante conocer el origen de los animales, ya que ello hace posible la elección, junto a un profesional que nos asesora, del antiparasitario adecuado. No resultará de igual efectividad el uso de antiparasitarios endentecidas inyectables (ivermectina y otras quinolonas), que el uso de productos saguaypicidas, bencimidazoles u otros antiparasitarios que en su formulación combinan más de un principio activo.

El uso de un complejo vitamínico o mineral podrá colaborar para cubrir posibles carencias de oligoelementos. Conocer el origen de los animales y potenciales carencias, hoy diagnosticadas y conocidas en nuestra provincia y región, pueden resultar de utilidad para la elección del producto y dosis a utilizar.

Finalmente, es importante observar la conservación de la cadena de frío en el caso de las vacunas, la utilización del instrumental adecuado (jeringas y agujas) y su funcionamiento (calibración), y una adecuada aplicación realizada por personal capacitado.

En el caso de engordes a gran escala y/o feedlots, que incorporan tropas de distintos orígenes, se recomienda la evaluación de cada tropa al momento de la descarga y de ser posible el manejo en corrales separados durante la adaptación. Este proceso de “evaluación de tropas”, permite detectar grupos de animales, o algún animal sospechoso, con signos o síntomas de enfermedad (decaimiento, secreciones mucosas, fiebre, etc.) para apartar y realizar un tratamiento específico (metafilaxis antibiótica u otro tratamiento).

En engordes de esta escala, el asesoramiento profesional de un Veterinario es esencial para evitar pérdidas de animales o menores eficiencias en las etapas de recría y engorde de animales.

El costo de la implementación de este plan sanitario inicial podrá variar, dependiendo de las distintas calidades y presentaciones de productos elegidos, entre 2 y 2,5 kg de carne por animal, resultando de bajo impacto económico respecto a las pérdidas ocasionadas por la potencial muerte de animales, retraso en la salida o venta por disminución en la ganancia diaria de peso de animales que enferman en forma clínica o subclínica.

03/05/2021

Fuente: INTAInforma