Hay razas que sufren el frío, más que otras. Para ayudar a tu perro a pasar el invierno, te damos algunos consejos de cuidado y prevención. “Los perros están mejor preparados para tolerar el frío que las personas, ya que poseen una cobertura pilosa completa”, explica el veterinario Gastón Pinard.
Sí es una realidad que hay razas más friolentas que otras. Por ejemplo: Chihuahua, Pincher, Dachshund (“salchicha”) y las razas sin manto piloso como el Crestado chino, el Pila o el Xoloitzcuintle.
¿Qué los hace más friolentos?
Los perros de patas cortas son más susceptibles a las bajas temperaturas. Se enfrían más rápido porque sus vientres y cuerpos suelen entrar en contacto con el suelo, que en muchos lugares podría estar cubierto de nieve, rocío o escarcha, indica la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA).
Otro factor a tener en cuenta es el color del pelaje: los perros de pelo oscuro pueden absorber cantidades significativas de calor del sol, manteniéndolos más calentitos en comparación con los perros cuyo pelaje es claro, explica PetMD.
Cuidado con las enfermedades
Las mascotas con diabetes, enfermedad cardíaca, renal o desequilibrios hormonales (como la enfermedad de Cushing) pueden tener dificultades para regular la temperatura de su cuerpo y serían más susceptibles a los problemas causados por las temperaturas extremas. Lo mismo sucede con las mascotas muy jóvenes y muy viejas, dice la AVMA.
Asimismo, los perros con artritis podrían sentir más dolor osteoarticular durante el invierno, afirma Pinard.
¿Cómo me doy cuenta que mi perro tiene frío?
Los principales signos son: temblores, acurrucamiento y aumento de la actividad física.
¿Debo cambiar la alimentación de mi perro durante el invierno?
“Sí, debemos incrementar aproximadamente en un 10% su ración de comida”, afirma Pinard.
Recomendaciones para que tu perro pase mejor el invierno
+ Los cachorros y los perros de edad avanzada deberían dormir abrigados y, dentro de lo posible, en el interior de la vivienda.
+ Los perros adultos pueden dormir “afuera”. Eso sí: en lugares protegidos del viento y de la lluvia y con mantas u otros aislantes del suelo.
+ Proveerlos con agua fresca (no helada) y alimento.
+ Las estufas y otros calentadores deben evitarse por el riesgo de quemaduras o incendios.
+ Nunca pelar a los perros en invierno. Como dijimos antes, el pelaje los mantiene calentitos. De ser necesario, se les puede cortar apenas su pelo.
+ Bañarlos lo menos posible durante los períodos de frío. Según la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA), higienizarlos con demasiada frecuencia puede eliminar aceites esenciales de la piel y aumentar la posibilidad de desarrollar piel seca y escamosa.
Fuente: La Nación