Un nuevo cachorro arriba al hogar y como buen ‘recién llegado’ se instala en el dormitorio principal. ¿Es bueno acostumbrarlo a dormir con sus dueños?

Hay muchas formas de demostrarle a la mascota que es parte de una familia, pero a veces es necesario hacer algunas restricciones. Una de ellas es el acceso al dormitorio. Diversos estudios fundamentan esta idea ya que consideran que una cama ‘libre de mascotas’ mejora la calidad del sueño.

Sin embargo, los amos parecen hacer otra cosa. Así surge de un informe de la Asociación Americana de Mascotas que concluyó que el 65% de los perros pequeños suele dormir con sus dueños. En el caso de los canes medianos el porcentaje se reduce hasta el 41 por ciento. Y si son grandes, hasta el 32 por ciento. Lo más llamativo es que la mayoría de las personas que duermen con su perro lo niegan públicamente.

Desde el sitio de mascotas Vetstreet aseguran que “el cachorro estará muy bien durmiendo fuera del dormitorio” y que incluso será un ambiente más cómodo para los dueños.

Es por eso que en busca de la armonía conyugal, se sugiere que el cachorro se acostumbre a tener su ‘cucha’ fuera de la cama pero cerca del dormitorio. Esto hará que se sienta cómodo, aunque no garantiza que salte a la cama en medio de la noche.

Por qué no

Para el “encantador de perros” César Millan que un perro duerma en la cama significará que luego la sienta como suya e incluso hasta pueda llegar a orinarla como manera de fijar su territorio considerándose “el líder”.

Según su experiencia, recomendó colocar una cama para la mascota y que así aprenda que ése es su nuevo lugar y que puede ser trasladado al living o donde se pase más tiempo para que tampoco se esté subiendo a sofás, camas o sillones, lugares “reservados para el líder” de la casa.

Además de estos problemas de conductas, también puede ser un problema para personas alérgicas. Según algunos estudios médicos, es importante que las personas que padecen de alergia o asma no duerman con sus mascotas. De hecho, ni siquiera deberían dejarlas entrar en sus habitaciones.

Si se sufre de trastornos del sueño la mascota no será un gran aliado en este caso. Pero para aquellos que no puedan desprenderse de su ‘mejor amigo’ por las noches, será muy importante cuidar la salud e higiene del animal. Cambiar sábanas, cubrecamas, mantas y almohadones constantemente.

También, estar alerta de cualquier mancha o textura extraña que se encuentre en la piel de la mascota y que pueda advertir sobre pulgas o garrapatas, ya que se pueden contagiar a los humanos.

Fuente: Infobae