El parto empezó a complicarse tanto que el sudafricano Kurt de Cramer decidió hacerle una cesárea a su perra lobero irlandés: el animal mostraba signos de angustia y esfuerzo abdominal prolongado.
Se trataba en realidad de un procedimiento rutinario para una clínica veterinaria como la de Cramer, donde se hacen unas 900 al año.
Pero había algo en este parto que era distinto.
Cuando empezó la operación, Cramer se dio cuenta que la perra tenía un abultamiento inusual en su útero.
Al principio pensó que se debía a un exceso del fluido que rodeaba al feto. Con mucha paciencia, De Cramer extrajo su feto haciendo una incisión en el útero del animal.
Fue entonces cuando llegó la sorpresa.
El veterinario no sólo encontró un cachorrito, sino dos, unidos a la misma placenta a través de sus cordones umbilicales.
“Cuando me di cuenta que los cachorritos eran del mismo sexo y que tenía marcas muy similares, inmediatamente sospeché que se debía tratar de gemelos que se habían originado de la división de un embrión”, dijo Cramer.

Nada igual
No hubo tiempo a detenerse y maravillarse por este descubrimiento, pues todavía le tocaba sacar a otros cinco -que, como suele ocurrir, aparecieron en el útero de la madre con sus propias placentas dispuestas en fila.
Y sin embargo, no podía evitar pensar en que esta era la primera vez en sus 26 años de experiencia que asistía el parto de dos fetos de perros de la misma placenta.
Así que inmediatamente después de concluir la operación llamó a otros especialistas en reproducción para confirmar sus sospechas.
El equipo, que incluía a Carolynne Joone de la Universidad James Cook de Townsville, Australia y a Johan Nöthling de la Universidad de Pretoria en Sudáfrica, realizaron análisis de sangre a los gemelos cuando tenían dos semanas.
“Se veían muy similares”, comenta Joone. “Pero los cachorros de la misma camada a menudo lo son y había pequeñas diferencias en las manchas blancas de las patas, pecho y la punta de sus colas”.
“Inicialmente no estaba nada segura de que fuera monocigóticos (idénticos)”
Sin embargo, los resultados confirmaron lo que Cramer sospechó desde el principio: la perra había dado a luz a dos cachorros genéticamente idénticos.

Nada así en la literatura
Esto significaba que Cramer había asistido el primer parto de perros gemelos de los que se tenga registro.
Un hallazgo que el equipo publicó en la revista Domestic Animals.
Las dudas que surgieron al principio por las sutiles diferencias en sus pelajes se pueden explicar con el hecho de que a pesar de que tengan el mismo ADN, la forma en que los genes se expresan puede ser distinta.
“Los gemelos humanos también tienen los mismos genes, pero debido a que esos genes se expresan distinto en cada uno, tienen distintos patrones de lunares y huellas dactilares”, explica Cramer.
Cuando los perritos gemelos alcanzaron las seis semanas, el equipo volvió a tomar muestras de ADN, esta vez de su tejido.
También analizaron al resto de la camada, “sólo para tener más idea de cuán similares eran con los cachorros”, cuenta Joone.
Si los otros cachorros de la cama hubieran tenido registros similares, el equipo no hubiera podido concluir convincentemente que los otros dos eran gemelos.
Pero los resultados, una vez más, confirmaron que los dos cachorros eran genéticamente idénticos, mientras que sus hermanos sólo tenía los niveles que se suelen encontrar en los compañeros de camada.
Este es el primer caso del que se tenga registro en la literatura científica. Pero, ¿quiere decir que se trata de un hecho raro?

¿Raro, raro?
A menudo las perras suelen tener varios cachorros en un embarazo que con frecuencia tienen un parecido impresionantemente similar, y no es una práctica normal realizar análisis de ADN.
Es por esto que Joones aclara que es difícil saber cuán extraño es que haya perros gemelos en el mundo.
“Tuvimos mucha suerte que esta perra haya terminado teniendo una cesárea”, agrega.
“Sí, habría habido una placenta menos, pero como con frecuencia las perras se comen las placentas, el dueño no hubiera podido darse cuenta”.
Y si bien este es el primer caso confirmado, es imposible saber cuán raro es.
“Han habido rumores sobre perros gemelos. Sencillamente hemos sido lo suficientemente afortunados para confirmar este genéticamente”
Sin embargo, parece poco probable que los perros gemelos sean comunes.
“Nos ha llevado tanto tiempo encontrar una pareja monocigótica, que lo más probable es que sea un caso raro”, reflexiona Joone.
En muchas especies, los mellizos (nacido del mismo parto, pero originado de óvulos distintos) son comunes. (Si no pregunten a los conejos)
Se cree que las crías idénticas son extremadamente raras en la naturaleza.
La excepción somos nosotros y un tipo de armadillo que pare cuatrillizos idénticos, cada uno en su propia placenta.

Falta de oxígeno
Y la razón por la que los gemelos es tan raro se debe a que cuando dos fetos comparten la misma placenta, no tienen los suficientes nutrientes de la madre y por ello es menos probable que sobrevivan.
Por ejemplo, se han dado caso de gemelos en caballos, pero ninguno ha sobrevivido; la placenta de la yegua no es lo suficientemente eficiente como transportar oxígeno a los dos fetos.
Esto significa que cuando un potro gemelo muere en el vientre, “el que queda vivo aborta debido a su vecino muerto”, explica Jan Govaere, de la Universidad de Gante, en Bélgica, y quien en 2008 publicó un estudio sobre el aborto de potros gemelos en yeguas.
“Es aún menos probable que unos cachorros que comparten la misma placenta y sobrevivan, debido a varias complicaciones relacionadas con el suministro de nutrientes y oxígeno a partir de una sola placenta”, agrega.
Hoy en día, los cachorros gemelos siguen en buena forma.
Al nacer habían sido un poco más pequeños, pero al alcanzar las seis semanas alcanzaron a sus hermanos en tamaño.
Y como ocurre con muchas cosas extrañas de la naturaleza, “la gente no suele darse cuenta de ello al menos que sepan observar”, comenta Joone. “Capaz ahora veremos aparecer más casos”.

Fuente: BBC