El efecto de la sequía provocó aumentos de costos para los productores de carne y leche en virtud del aumento de los precios internos del maíz, que crecieron 41% y de la soja, que se incrementó en un 42%.

 

Estos aumentos de los precios internos de los granos que integran la canasta de alimentos balanceados, destinados a la producción de carnes, impactaron en los costos de los productores avícolas y también en los feed lots y en la industria láctea.

La extensa sequía que padecen las principales regiones productivas del país no sólo provocará un drástico recorte -de unas 20 millones de toneladas, según las estimaciones- en las cosechas de soja y maíz. Otra consecuencia directa del fenómenos es que esos dos granos han subido rápidamente de valor, más de 40% en los últimos meses y esto afecta a quienes los utilizan como insumo estratégico para la producción de proteínas animales.

Los productores están preocupados porque el impacto de la sequía sobre sus costos no siempre puede ser trasladado de modo lineal a los precios finales al consumidor. Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), dijo que entre el 31 de octubre y el 28 de febrero pasado los precios del maíz subieron a nivel doméstico 41% en el caso del maíz y 42% para la soja. “Esta suba termina pegando con un 16% ó 17% en el precio final del pollo“, precisó Domenech.

Como la mayoría de las empresas avícolas son “integradas”, es decir que se ocupan del todo el ciclo productivo, este aumento de los costos debería haberse trasladado por completo al consumidor. Eso no sucedió, aunque el pollo fue el producto que más subió en febrero según la inflación minorista medida por el IINDEC, algo más del 8%.

La diferencia, según Domenech, se explica en la reducción de 21% al 10,5% en la alícuota de IVA que comenzó a regir ese mes y permitió amortiguar los aumentos. Una situación similar describió Juan Uccelli, el titular de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), que también se quejó de la fuerte suba del 40% en el costo interno del maíz y la soja. “Esos aumentos, que también son producto de la devaluación del peso, elevaron los costos de producción de nuestro sector un 34% o 35% desde enero a la fecha”, remarcó Uccelli.

En la actividad porcina el peso del IVA también se redujo a la mitad por la aplicación de la reforma impositiva sancionada por el Congreso. Pero esta reducción y la suba de costos, a diferencia de lo que sucedió con la avicultura, fue absorbida casi por completo por el productor, ya que los precios de la carne porcina bajaron 6% en el primer bimestre de 2018.

En este escenario, Uccelli advirtió que “la rentabilidad está bastante comprometida y algunos productores ya quedaron fuera del sistema, porque sus costos están por encima de los precios que cobran. Es una situación muy complicada que se va a agravar más hasta junio por la sobreoferta de carne vacuna que va a haber justamente por el tema de la sequía”.

Un informe reciente de la Cámara Argentina del Feed Lot, que agrupa a los principales engordes de bovinos a corral, señaló al respecto que la actividad también sintió el impacto de la suba de los granos. ya que “el costo de alimentación se elevó aproximadamente 20%”.

La paradoja de los feedloteros es que, en momentos en que los números resultan rojos para la conversión de granos en carne vacuna, se espera un mayor ingreso de terneros para el encierre, ya que debido a la sequía en muchos campos no habrá una oferta de paso suficiente como para alimentarlos.

El caso de la lechería

La falta adecuada de lluvias también alteró los planes de los productores de leche, quienes habitualmente utilizan estos meses cálidos para confeccionar las reservas de alimentos para mantener a su rodeo de ordeñe durante el invierno.

Fernando Córdoba, presidente de la mesa de Productores Lecheros de Santa Fe (Meprolsafe), dijo que en la cuenca lechera que rodea a Rafaela “algunos hemos podido hacer los silos de maíz y de alfalfa, aunque hasta el momento no se han podido implantar las pasturas y verdeos de invierno, esperando a que llueva”. “Creemos que lo peor va a venir entre mayo y julio, dado que mucha gente no ha podido hacer las reservas y no van a tener alimento suficiente. Ahí se va a producir una caída importante de la producción de leche y una gran venta de los animales que no se van a poder mantener en los tambos”, evaluó.

El dirigente lechero también reveló que la industria láctea ya anticipó que va a subir sus pagos por la leche cruda “entre 20 y 25 centavos en marzo y lo mismo para abril o mayo”. Actualmente el valor del litro del leche pagado al tambero ronda $ 5,80.

Para Fernando Córdoba, los industriales “están tomando conciencia y muestran preocupación porque va a faltar materia prima para junio, julio y agosto. Se están queriendo adelantar dando una señal” por vía de los precios.

20/03/2018

Fuente: Agrofy News