La principal zona de cría ya alcanzó los 5,5 millones de cabeza de ganado. Por su parte desde el INTA destacaron que este avance no es acompañado por la producción de forraje y adopción de tecnologías.
La Cuenca del Salado, la principal zona de cría del país, recuperó su nivel de stock bovino que tenía en 2008. Así lo señala un informe de la Estación Experimental del INTA Cuenca del Salado. En rigor, la zona ya supera los 5,5 millones de cabezas.
Según el reporte, el crecimiento no ha sido a causa de un incremento en la superficie destinada a ganadería. “Por el contrario, la superficie agrícola en la Cuenca continuó aumentando después de 2008 y alcanzó su máximo en 2012”, señaló. De todos modos, allí la superficie agrícola habría encontrado su techo.
Se ha generado un incremento de la carga en suelos de menor aptitud. “Hoy se está en una situación de alta vulnerabilidad productiva, dado que hay casi el doble de superficie cedida a la agricultura que en 2008 y se mantiene la misma cantidad de hacienda”, precisa el trabajo.
Para los técnicos de esa unidad del INTA, la zona tiene un gran potencial no solo para incrementar sus índices de destete sino también para incrementar la carga. Pero advierten: “Se observa que en muchas circunstancias el aumento de carga no es acompañado con incremento en producción de forraje y adopción de tecnologías básicas como para mantener los índices productivos”.
Los expertos ponen foco en la necesidad de mejorar los índices de producción. Mientras el promedio nacional del índice de destete en los últimos años fue del 60%, en la Cuenca del Salado alcanzó el 69%.
“Si analizamos la evolución de la relación ternero/vaca en los últimos 10 años en la Cuenca, vemos que esta se mantiene, y que a pesar de los bajos índices que se observaron después de la sequía 2008/09 no hemos podido recuperar la eficiencia que mantuvimos en la década anterior”, explican los técnicos.
“No se observa un incremento del porcentaje de terneros logrados”, agregan y destacan que “se debe tener en cuenta que hay más cantidad de vacas en la misma superficie, por lo que mantener los índices reproductivos puede verse también como un desafío”.
Según señalan, para incrementar la producción de carne a nivel nacional hay que mejorar la eficiencia reproductiva de los rodeos de cría. Señalan el ajuste de la carga y el manejo de un calendario sanitario básico.
“Siendo evidente que tenemos una situación crítica en los sistemas de cría, con un incremento de la carga en suelos de menor aptitud, la vulnerabilidad de los sistemas ante contingencias climáticas puede ser muy alta. El monitoreo de estado corporal realizado anualmente por el INTA Cuenca del Salado muestra que un 44% de las vacas de nuestro rodeo llegan flacas al parto, por lo que el resultado de preñez depende exclusivamente de la posibilidad de que esas vacas ganen peso durante la primavera”, alertan.
Indican que así “los índices de preñez dependen en gran medida de buenas condiciones climáticas, lo que genera una alta variabilidad de los resultados al tacto. El bajo estado corporal al parto y las consecuentes fallas en la concepción son la principal causa bajos índices de destete”.
Añaden que “es necesario realizar ajustes, o bien reduciendo la carga en función de la oferta de forraje que disponemos o aumentando la producción de pasto para asegurar el mantenimiento de los vientres”.
Para los técnicos otro punto a resolver son “los problemas sanitarios que afectan la fertilidad del rodeo, causan abortos y muerte neonatal de terneros”. En la casuística del servicio de diagnóstico especializado del INTA Balcarce (año 1994 a 2016), brucelosis y venéreas siguen siendo las principales causas de aborto en rodeos de cría.
“La vacunación ha permitido que la prevalencia de brucelosis se haya reducido a valores inferiores al 2%, lo cual indica que se está en condiciones óptimas para implementar planes de diagnóstico y eliminación de animales positivos y de esta manera erradicar la enfermedad. Por otro lado, las enfermedades venéreas son otro punto clave a resolver, dado que según una encuesta realizada en el partido de Rauch, se estimó que un 60% de los productores realizan el control clínico anual de sus toros. Estos valores son superiores a los reportados hace 20 años atrás, sin embargo, la prevalencia de estas enfermedades se ha mantenido en los rodeos por falta de planes regionales de control. Se ha logrado un gran avance en varios partidos de la Cuenca del Salado(Chascomús, Rauch, Las Flores, Ayacucho, Dolores y Lavalle) los cuales están elaborando e implementando planes de control basándose en la obligatoriedad del control clínico anual del total de los toros del rodeo”, explican.
10/07/2018
Fuente: AgrofyNews