Es una estadística de CRA. La entidad indicó que el sector necesita ayuda financiera y debe aprovechar el aumento del consumo interno. El problema de las importaciones.

 

El 96% de los establecimientos porcinos de la Argentina tienen menos de 50 cerdas madres en producción, en un sector atomizado que necesita de créditos blandos para subsistir, según un informe del Departamento Económico de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

La gran mayoría de los pequeños productores atraviesan problemas financieros y el crecimiento de las importaciones, mientras tiene como “buenas” que el consumo interno sigue sostenido, indicó el informe elaborado por Matías Lestani.

“La espalda financiera de los pequeños productores es uno de los temas a trabajar desde el Estado para darle viabilidad al negocio”, sostuvo el analista a la agencia NA.

Para el relevamiento del departamento económico de CRA las medidas que hoy necesita el productor porcino para alcanzar una mayor sustentabilidad están directamente vinculadas con el acceso a créditos blandos para la incorporación de tecnología-

También necesita del ordenamiento tributario según escala, un mayor apoyo para la mejora del estatus sanitario, la simplificación de trámites y la capacitación tanto productiva como en las llamadas Buenas Prácticas.

Los valores comercializados y pagados al productor y su evolución en lo que va del año, tomando como punto de partida el mes de febrero, para el capón en pie fueron los siguientes: mínimo $ 12,50 el kilo; máximo $ 25,50 el kilo lo que dejo un promedio al cierre del mes de $ 19,20 el kilo.

Precios

En tanto que el precio promedio de la media res fue de 32 pesos el kilo y otros números arrojan que el valor del corte de referencia “pechito de cerdo” fue de $ 108,67 el kilo, según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva).

Mientras que en cuanto al costo medio para el período analizado registra un valor de $ 16,50 el kilo y la variación en el precio al consumidor durante el mes de marzo registró un leve aumento empujado por el incremento en la carne vacuna, “moviendo parte de la demanda hacia el cerdo”, señaló el investigador.

“En abril se dio una suba promedio del 1%, siendo muy leve la variación en los máximos; esto denota una tendiente uniformidad en los precios de los últimos períodos pagados al productor con probabilidad de mantenerse en el tiempo”, precisó Lestani a NA.

Para los productores porcinos la principal preocupación se arrastra desde septiembre de 2016 y tiene que ver con el crecimiento de las importaciones, casi con exclusividad de origen brasileño.

Diciembre del año pasado registró un pico cercano al doble del tonelaje promedio importado durante 2016.

Si bien en 2016 lo importado por Argentina fue un 3% del tonelaje total exportado por Brasil, valor similar al importado por Chile y Uruguay, “no deja de ser una alerta el crecimiento”.

En lo que va de este año, los principales cortes importados son jamón en trozos, paleta, bondiola y jamón cinco músculos, que representan en conjunto un 80% del total comprado al exterior. 

 

Fuente: NoticiasAgropecuarias