El miedo es el peor conductor, dicen. Y eso se aplica también a nuestras mascotas. Mientras que las Fiestas son para nosotros momentos de alegría y celebración, perros y gatos pueden vivirlos como momentos de sufrimiento. El impacto de la pirotecnia es muy superior para ellos, ya que tienen una sensibilidad auditiva mucho mayor, lo que les permite escuchar ruidos imperceptibles para el oído humano. El temor que eso les provoca puede ir desde un malestar hasta llevarlos a situaciones que pongan en riesgo sus vidas.
En algunas mascotas, el miedo provocado por los fuegos artificiales se expresa en un estado de excitación total que las conduce a no controlar sus impulsos, por lo que buscan escapar de esa situación y huyen. Una vez que están fuera del terreno conocido, siguen una búsqueda sin final en la que pierden su sentido de la orientación y no pueden volver a casa.
Este es el motivo principal por el cual durante los festejos aumenta considerablemente la cantidad de animales extraviados, atropellados e incluso con heridas de gravedad (cortes punzantes con rejas o heridas con alambrados). Es imprescindible que cuenten con collar y chapita identificatoria, o simplemente incluir el teléfono del propietario en el collar con fibra indeleble (¡muy útil!), ya que las chapitas muchas veces se pierden en la huida.
Síntomas
Los síntomas que pueden presentar durante los festejos van desde una leve excitación hasta severos ataques de pánico. En esos casos más graves, los perros deambulan por toda la casa sin parar, jadean, presentan los ojos más abiertos y con pupilas dilatadas (midriasis), lo que le da una expresión de miedo a la mirada. Puede haber salivación, defecación y orina más frecuente. También pueden rascar puertas e intentar abrirlas con la intención de encontrar un lugar en donde sentirse protegidos. Recordemos que es normal que ante una situación de miedo, el sistema nervioso genere todos los mecanismos para proteger al individuo, pero cuando ese miedo va más allá y se transforma en una fobia, es cuando las actitudes y reacciones de nuestra mascota la ponen en peligro.
Aquellos perros que están sometidos a un estrés muy intenso y además tienen una patología cardíaca no diagnosticada, tienen más propensión a sufrir una falla cardíaca. En estos casos, los síntomas más frecuentes son un aumento marcado de la frecuencia cardíaca y respiratoria, coloración azulada de la lengua y encías, incoordinación e imposibilidad de mantenerse en pie hasta llegar a un estado de inconciencia.
En los gatos, los signos suelen ser menos notorios: tratan de esconderse o escapar.
Siempre es importante conocer la disponibilidad de tiempo y atención con que cuenta nuestro veterinario de cabecera. En el caso en el que no podamos ubicarlo, es de suma utilidad que nos indique con antelación cuál será el centro de derivación más apropiado en esas fechas. Estos son teléfonos que nunca deben faltarle al propietario.
Cómo prevenir el malestar y el estrés
Hay que tener en cuenta que nuestras mascotas comienzan a sentir temor algunos días previos a las Fiestas. Esto se debe a que el uso de pirotecnia aumenta durante el mes de diciembre. Los miedos se acrecientan si los dueños se encuentran de vacaciones, a tal punto que se pueden llegar a generar fobias.
Algunos consejos para que nuestra mascota se sienta segura:
• Dejarla en su lugar de la casa preferido, con luz tenue, en lo posible lo más aislado de los ruidos externos y con la radio o la televisión prendida. Hay que tratar de no dejar nada a su alcance que pueda ser peligroso (ventanales abiertos, cables o elementos de vidrio que al caerse puedan lastimarla).
• Lo ideal es que cuenten con la presencia de sus propietarios y permanezcan dentro de casa. Si esto no fuese posible y el animal sufre mucho, lo aconsejable es buscar un hospedaje o pensionado en donde la infraestructura y ubicación del mismo sean propicias para que ellos pasen de la mejor manera esta época del año.
• ¿Las Fiestas se pasan en casa? Cada uno de nosotros conoce su temperamento. Aquellos perros que son muy sociables, seguramente encontrarán una sensación placentera estando en compañía, pero aquellos que son menos tolerantes o tienen menos paciencia buscarán aislarse, debiendo respetarse este tipo de conductas. Lo ideal es buscar un lugar en la casa donde la llegada de los invitados y los niños no sean una molestia para ellos. Recordemos que es un momento en el cual no están cómodos y no todos los animales responden de la misma manera ante esta situación.
• Es sumamente importante en la vida temprana de un cachorro exponerlo de manera controlada a distintos estímulos de gran intensidad, ya sea sonoros, sensoriales, visuales y táctiles con el fin de lograr habituarlos a ellos. De esta manera lograremos evitar miedos y fobias en su vida adulta. Un cachorro que se acostumbra a ruidos como bocinas, trenes, aviones, música fuerte es mucho menos sensible que aquel animal que jamás los escuchó.
Sobre el uso de tranquilizantes
La ventaja principal que presenta la utilización de un tranquilizante en estos casos es que producen un estado de quietud y calma en aquellos animales que están excitados, disminuyendo además la actividad motora. Es muy importante saber que el tranquilizante debe ser prescripto solamente bajo indicación veterinaria.
Los perros gerontes y las razas braquicefálicas (de cráneo, cara y nariz acortadas, por ejemplo bulldog, pug, boxer,etc) presentan mayor sensibilidad a estas drogas, por lo que es imprescindible consultar al veterinario de cabecera, para que indique cual es la droga más segura. Además, es ideal probar los efectos de la droga unos días antes de las Fiestas, más aun si nuestra mascota va a quedar sola en casa.
*María Florencia Depetris es médica veterinaria (MP 8938) y embajadora profesional de Eukanuba.
Fuente: Clarín