La caída del consumo local, alza en los costos y mayor presión impositiva generan una importante retracción en la actividad.
Los corrales de engorde de hacienda reflejan en sus números de los últimos meses una tormenta perfecta dada por la baja del consumo local producto de la crisis y el alza de los costos generado por la devaluación. La expansión exportadora ya no es suficiente argumento para sostener a este eslabón, en el que muchos actores, más que engordar, empiezan a adelgazar.
“Por el lado de los precios de la hacienda tenemos una situación con una relación compra-venta empardada en el mejor de los casos y negativa en la mayoría de ellos. El consumo interno marcó un límite que se evidenció con gran caída del consumo. Por el lado de la exportación seguimos en un buen camino de crecimiento y acceso a nuevos mercados pero la buena situación que atraviesa la industria exportadora no tracciona hoy sobre los valores de la hacienda en pie”, explica el último informe de la Cámara Argentina de Feedlot (CAF).
Según la entidad, los insumos de alimentación llevan en lo que va del año un incremento del 100%. Energía y proteína están atados al precio de los commodities agrícolas y a la relación del tipo de cambio.
Estos factores ya crearon una situación donde los feedlots ven cómo mes a mes se les deteriora el resultado del negocio, lo que según afirma la CAF conlleva un quebranto en cada animal terminado. “Además, esto se da en un marco general sumamente complejo donde el acceso a financiamiento es imposible con tasas del 75% y donde el programa de presión impositiva decreciente que había planteado el gobierno actual parece que no será tal”, añade el informe.
“Los problemas estructurales de índole impositiva como: alícuotas diferenciales de IVA, regímenes de percepción y retención que acumulan saldos a favor agravando en ambos casos el resultado de la actividad en un contexto de elevada inflación, están poniendo en jaque a la actividad, que lleva 10 meses de quebranto de los últimos 12. A esto se suma ahora la reincorporación de los aranceles a la exportación y, en el caso puntual de la provincia de Buenos Aires, el programa de reducción hasta la eliminación a “0” del impuesto a los ingresos brutos parece detenerse frente a esta crisis. Otra situación similar, también de la provincia de Buenos Aires, es el impuesto a los sellos que también frenaría su reducción y que, luego de tratarlo con distintos organismos oficiales, sabemos que para la actividad no corresponde ni aplica, cuestión que no se comunica adecuadamente generando conflictos en la cadena”, indica el informe.
La actividad registró para el mes de octubre una caída de la ocupación de los corales de 4 puntos, con un encierre del 63%, pero con un Índice de Reposición del 0,76, lo que marca la restricción del productor al momento de reponer hacienda en sus corrales.
25/10/2018
Fuente: Clarín