Las lesiones producidas en bovinos y porcinos provocan pérdidas económicas al afectar la calidad del producto final. La especialista en bienestar animal, Temple Grandin, explica cómo detectar las causas.
Una auditoría que se realizó hace unos años sobre ganado terminado a pasto demostró que el 22 % de las vacas de descarte tenían contusiones severas. Incluso en el ganado terminado a grano se encuentran contusiones en casi la mitad de las canales.
Dado que no es posible precisar la antigüedad de las contusiones, ¿cómo pueden los administradores de las plantas de faena determinar si una contusión se produjo dentro o fuera de las mismas? Para conocer esto, la especialista dijo que es preciso buscar los distintos patrones de las lesiones.
Por ejemplo, Grandin explicó que si la contusión se produce en la planta, normalmente se presentará en el mismo lugar del cuerpo en animales provenientes de distintos orígenes. Por ejemplo en cierta planta de faena, comenzaron a observarse contusiones en el “hombro izquierdo” de los animales. “Estas se presentaban en ganado remitido por muchos corrales de engorde diferentes, y además se estaban haciendo cada vez más graves. La causa de estas contusiones en el hombro izquierdo era una pieza metálica de la entrada de la casilla de noqueo, que tenía un borde filoso a causa del desgaste. El paso constante del ganado bovino tuvo, al cabo del tiempo, un fuerte efecto abrasivo sobre los costados de la casilla, lo que generó un borde filoso en la pared metálica”, sostuvo. Por eso, cuando se encuentra el mismo tipo de contusión en ganado de distintos orígenes, hay que comenzar por mirar si existe una pieza dañada en la casilla de noqueo o en el mecanismo de inmovilización.
Asimismo, el manejo rudo también puede hacer que aumenten las contusiones. “Las lesiones en la parte posterior de los animales, producidas al golpearlos con la puerta trasera de la casilla de noqueo, son un indicador de maltrato. Algunas plantas de faena de porcinos han eliminado las contusiones en los cuartos traseros, causadas por las puertas-guillotina, cortando la parte inferior de las mismas y reemplazándola con una cortina hecha con material flexible de cinta transportadora. Los animales piensan que este material es sólido, y no tratan de atravesarlo” mencionó la especialista.
CONTUSIONES FUERA DE LA PLANTA DE FAENA
En comparación con las lesiones producidas en la planta de faena, la detección de contusiones producidas fuera de la misma, requiere un poco más de trabajo.
“En un caso, se constató una lesión importante en la parte derecha del lomo del ganado que venía de un mismo corral de engorde. Una visita al feedlot de origen permitió detectar una plancha metálica filosa que sobresalía en la rampa de embarque”, comentó Grandin acerca de un caso que presenció.
Por otro lado, asegura que el factor variable que habitualmente se pasa por alto es el camionero. “Hay malos hábitos de manejo, como frenar o acelerar bruscamente, que aumentan las contusiones porque hacen que los animales pierdan el equilibrio. Hay que monitorear a los transportistas para asegurarse que no sean la causa de las lesiones. Si parte de los lotes de ganado que vienen de un corral de engorde tienen contusiones, pero otros lotes del mismo origen no las tienen, hay que sospechar del camionero que hizo esos viajes. Es posible que haya un conductor que cause lesiones, mientras que los otros hacen bien su trabajo” destacó.
A la vez, muchos corrales de engorde prohibieron el uso de la picana eléctrica en el embarque del ganado, y esto ha dado como resultado un nivel menor de contusiones y menos cortes de carne oscura.
LESIONES ANTIGUAS VS LESIONES FRESCAS
Si la lesión tiene menos de 24 horas, no se puede determinar con precisión su antigüedad. Por ello, se puede clasificar las contusiones en dos grandes grupos: las frescas (de menos de un día) y las antiguas (de un día a varias semanas).
“Tiempo atrás, fui contratada para asesorar a una planta de faena en la que las vacas presentaban contusiones severas. Estaban dispuestos a rehacer todas sus instalaciones para librarse de estas contusiones. Me tomó solamente una mirada a las lesiones para determinar que eran antiguas, y que probablemente se habían producido en los numerosos locales de subasta por los que habían pasado las vacas. Las lesiones antiguas tienen una mucosidad amarilla fácilmente observable, de la que carecen las lesiones frescas. Si se encuentra ese tipo de mucosa amarillenta, la contusión se ha producido días y hasta semanas antes de la faena” detalló la profesional en el informe.
La mucosa amarilla, que es señal de lesiones antiguas, puede permanecer en la musculatura del animal durante meses. “En una planta de faena de ganado de corrales de engorde detecté unos restos leves de esta mucosa en las patas de un lote de animales, a la altura de donde se inserta el gancho tras la faena. Cuando averigüé en el corral de engorde del que provenían, me informaron que ese ganado había sufrido un maltrato severo antes de ingresar al feedlot, en el establecimiento de campo donde habían sido preparados. El gerente del feedlot me dijo que habían venido en tan mal estado que muchos animales se caían al salir de la manga de compresión luego de ser vacunados y tratados” concluyó.