El título de este reporte bien podría ser “En una de las mayores crisis climáticas y económicas en Argentina se abren nuevos tambos”, o “la cantidad de tambos que se registran superan largamente el número de cierres de tambos”, o “las estadísticas que brinda el Senasa están flojas de papeles”, o también “en las principales provincias lecheras crece el número de tambos”, o quizás “Cientos de tambos ingresan en el radar estadístico”, o por el contrario podría decirse “Hay dudas respecto a que las estadísticas reflejen la desaparición de tambos” .
Todo o parte de estos resúmenes puede ser cierto, pero hasta el momento no hay ninguna explicación oficial. Lo real y concreto que las estadísticas oficiales brindadas por el Senasa señalan que, al 31 de marzo de 2023, hay 121 tambos más que en 2022.
La información fue difundida por el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA) que depende de la Fundación Funpel y antes de mostrar los cuadros estadísticos el reporte titulado “Unidades Productivas y Rodeo Lechero a marzo de 2023” puntualiza que en base a la “Distribución de Existencias Bovinas en Establecimientos con actividad de tambo por categoría” que anualmente elabora el SENASA (al 31 de marzo), se toman las unidades productivas (tambos) y la cantidad de vacas en producción (vaca total).
Dice el OCLA que “al día de hoy es la única fuente disponible para dichos datos de la lechería de Argentina, y el criterio se mantiene en el tiempo lo cual nos permite evaluar la tendencia. En caso de existir una fuente de información mejor, obviamente no proveniente de estimaciones o supuestos, la incorporaremos en nuestro análisis”.
Argumenta que “si en alguna provincia en particular se presenta un crecimiento en la cantidad de unidades productivas, ello no implica necesariamente que se trata de nuevos tambos, sino que pueden aparecer tambos que antes no estaban registrados”