Un informe de la OIE detalla el significativo avance de la enfermedad desde 2016, afectando a animales de distintos países y regiones del mundo.

 

Por medio de un reciente informe, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) compartió una visión general sobre la situación de la Peste Porcina Africana (PPA) hasta junio de este año. Se incluyeron los eventos comunicados a la OIE por sus Miembros a través del Sistema Mundial de Información sanitaria animal, identificándose desde 2016 un patrón de aumento significativo en la cantidad de brotes. La enfermedad está presente en la región africana, europea y asiática. En este período (2016-2020), el 30% (60/201) de los países y territorios informantes han notificado la enfermedad como presente.

En Europa, muchos países informaron de la primera aparición de la enfermedad desde 2016. Moldavia notificó la enfermedad en septiembre de 2016, y luego en la República Checa en 2017, seguido de Rumania, Hungría en 2018, Bulgaria, la repetición de la enfermedad fue notificada por Bélgica en septiembre de 2018 (último acontecimiento ocurrido en 1985), Eslovaquia informó de la primera aparición en 2019, y más recientemente, Serbia en enero de 2020 y Grecia en febrero. En Asia y el Pacífico, China República Popular notificó la presencia de la enfermedad por primera vez en agosto de 2018, Mongolia en enero de 2019, luego Vietnam, Camboya, Hong Kong (SAR-PRC), Corea (República Popular), Laos, Corea, Filipinas, Timor-Leste, Indonesia y, más recientemente, Papúa Nueva Guinea en marzo de 2020 e India en mayo.

Avance geográfico

Europa representó el 67% de los brotes notificados mediante notificaciones inmediatas e informes de seguimiento oficiales. Sin embargo, el mayor impacto en términos de pérdidas de animales se registró en Asia (6.733.791 animales perdidos, lo que representa el 82% del total de pérdidas a nivel mundial).
Se observan importantes diferencias regionales. Los países africanos sólo notificaron brotes en cerdos, Asia principalmente en cerdos, mientras que Europa principalmente en jabalíes.

Conclusión

El patrón mundial de distribución de PPA en este período revela un grave deterioro debido a la propagación de la enfermedad, principalmente en Europa, y en Asia, después de la primera ocurrencia en China en 2018.

En este contexto, la labor del Comité Directivo Mundial del GF-TADs2 para empoderar a las alianzas regionales en la lucha contra las enfermedades animales transfronterizas (TAC), en la creación de capacidad y en la asistencia a los países para establecer programas de prevención, preparación y control, es de vital importancia para el control y la erradicación de la enfermedad a nivel mundial. Se recuerda a los Miembros que el Código De Sanidad Animal Terrestre de la OIE proporciona orientación completa a las autoridades veterinarias para establecer un país, zona y compartimento libre de PPA, así como recomendaciones relativas al comercio de carne de cerdo y productos poros.
Estos productos, cuando se manipulan de acuerdo con las prácticas higiénicas que cumplen con las normas internacionales, no son una fuente de infección.

La OIE también alienta a los Miembros a que apliquen medidas sanitarias nacionales reforzadas sobre la eliminación de desechos de aeronaves/buques/pasajeros y medidas reforzadas de bioseguridad en las explotaciones, incluida la protección de los cerdos contra la alimentación por voluntad no tratada y la separación efectiva entre los cerdos domésticos y los jabalíes, y subraya la importancia de las normas internacionales de la OIE para la gestión del riesgo de las enfermedades animales transfronterizas (DD) para reducir el riesgo de exportar enfermedades.

En primera persona

Más allá de este informe, fue la propia directora general de la OIE, Monique Éloit, quien en la última editorial del Panorama que publica la entidad dejó en claro la relevancia del avance geográfico de la Peste Porcina Africana. “Debido a las repercusiones socioeconómicas mundiales, controlar la PPA es una de las principales prioridades tanto para los países afectados como para aquellos que son libres”, aseguró. Y completó: “Este sigue siendo un desafío debido a su epidemiología compleja; la falta de una vacuna segura y eficaz, lo que significa que para su control es necesaria una estricta bioseguridad, y la gran dificultad para implementar las medidas necesarias al igual que las cambiantes prácticas en los tan diversos y exigentes escenarios que muchos países afrontan. La tarea puede agravarse por la falta de apoyo político, capacidad técnica y recursos sostenibles.

01/10/2020

Fuente: PeriódicoMotivar