El protagonismo de las mascotas queda de manifiesto en casi en todos los rincones de la Ciudad, porque cada vez hay más lugares en los que son bienvenidos junto a sus dueños. Además de bares y restaurantes, hay hoteles, locales de indumentaria, librerías y hasta algunas galerías de arte donde se los admite. Según la cámara argentina que agrupa a las empresas de alimentación (Caena), se estima que casi el 80% de los hogares tiene una mascota, lo que en parte explica estos cambios de hábitos.

Betúm, Lola, Loba, Frida. El gerente del restaurante del Museo Evita enumera los nombres de sus clientes: mascotas que acompañan a sus dueños y tienen un trato preferencial. “Nos encanta que la gente venga con sus mascotas y ser reconocidos como uno de los primeros lugares pet friendly (amigable con las mascotas, en inglés) de la Ciudad. El patio se presta para pasarla bien y la gente nos pedía este servicio”, contó Diego Martin, gerente del restaurante, que está entregado en concesión por los herederos de Evita, quienes además son propietarios del museo. “Este es un barrio lleno de perros, pero también vienen clientes de otros lugares, que viajan con sus mascotas. Además de visitar Buenos Aires vienen a comer y saben que serán bien recibidos”, contó. En un patio lleno de plantas y muy cálido, el restaurante de Palermo ofrece bebederos para las mascotas.

En relación a los controles, no existe una norma que prohíba el ingreso de perros o gatos a locales: “No hay normativa que nos indique un procedimiento específico”, explicaron desde las agencias Gubernamental de Control y de Protección Ambiental de la Ciudad. Por otro lado, en relación al maltrato animal, se puede intervenir luego de una denuncia.

¿Qué fenómeno está detrás de la movida pet friendly? “En el último medio siglo las mascotas tomaron protagonismo. El perro era visto como un animal atado en el patio trasero de una casa y comiendo las sobras de la de la familia. En muchas ocasiones las mascotas cumplen un rol de ‘hijos sustitutos’, con un vínculo muy estrecho con sus dueños. Incluso en casos en que las personas se encuentran solas, los animales pasan a ser hasta motivadores para seguir viviendo. Creo que esta mayor valoración, en parte, explica el fenómeno”, le dijo a Clarín el doctor Leonardo Sepiurka, secretario de la Sociedad de Medicina Veterinaria (fundada en 1897, es una de las sociedades científicas más antiguas del país).

Los hoteles son ámbitos en los que también se trata a los animales domésticos con deferencia. En general, admiten perros de razas pequeñas. El Four Seasons, en Retiro, permiten el ingreso de mascotas desde 2001, como parte de una política mundial. Pueden estar en las habitaciones, ascensores, el lobby, en patios y jardines. Además se los registra con su nombre, tienen paseadores y veterinario. En el Palacio Duhau – Park Hyatt, en Recoleta,ofrecen a sus huéspedes galletas en forma de huesito y servicio de peluquería. Cobran un cargo adicional de U$S100 por estadía. Y aún sin ser huésped, se puede ingresar a los restaurantes y salones con mascotas. En el Faena Hotel, Puerto Madero, ofrecen un menú de alimentos orgánicos y balanceados.

En otros ámbitos tomaron nota de esta demanda de los dueños de mascotas y comenzaron a aplicar cambios. Ese el caso de Aerolíneas Argentinas que desde el jueves permite que la gente viaje en avión con sus animales pequeños. Perros y gatos, y en vuelos de cabotaje. Deben tener más de 45 días, un certificado de salud de un veterinario, vacuna antirrábica y estar desparasitados. El costo depende del tramo y destino y hay que reservar 72 horas antes. Según la empresa, ya cuentan con 40 reservas.

También hay tiendas de indumentaria a las que se puede entrar con mascotas, librerías, galerías de arte y hasta bicicleterías. Todos lugares en los que, al menos los dueños, no mirarán de torcido a los “mascoteros”. ¿Marketing? “No creo que se trate de una moda o de una movida marketinera. Pienso que implica un servicio más, que incluso se está extendiendo”, señaló la socióloga Melina Zukernik, quien desarrolló la web Perro Real, desde donde recauda fondos para rescatar animales de la calle. Ademá, Zukernik está a punto de publicar “Buenos Aires guau”, una guía de sitios dog friendly. “Por mucho tiempo, los perros fueron discriminados por la idea de que ensuciaban. Pero lo que se requiere es sentido común por parte de los dueños, para que la socialización en lugares cerrados sea más fácil”, señaló la especialista.

Fuente: www.clarin.com