¿Cuál es la enfermedad nutricional más frecuente que puede verse en la clínica de pequeños animales? La respuesta es contundente: la obesidad. Su causal predominante es la sobrealimentación, que genera un desequilibrio entre la energía ingerida y la consumida. Esto deriva en un superávit enérgico que se acumula en forma de grasa corporal.
Esta patología es más común que se produzca en hembras que en machos. Y en cuento a las razas caninas: los labradores, beagles, collies y golden retrievers son los más predispuestos a la obesidad.
Además, es habitual encontrarla en animales castrados, por esta razón en los últimos tiempos se han desarrollado alimentos balanceados específicos para ayudarlos a promover el descenso de su peso y mantener un equilibrio nutricional.
¿Cuáles son los riesgos a los que se enfrentan los animales con esta problemática? La lista de enfermedades y condiciones asociadas con la obesidad incluye: la hipertensión, diabetes mellitus, hiperadrenocorticismo (Cushing), lipidosis hepática, distocia, problemas articulares, de locomoción y dificultad respiratoria.
Es importante tener en cuenta que la incidencia de todas estas enfermedades aumenta a medida que se acrecienta el exceso de peso en el animal.
La realización de un “control nutricional”, es lo que recomiendan los especialistas, entre ellos el Departamento Técnico de Vitalcan. Luego de que el veterinario diagnostique la patología, se avanzará con un Programa Efectivo de Control de Peso. Para que sea seguro, el mismo deberá incluir la valoración del paciente, la cooperación del dueño del animal y un control nutricional adecuado.

Para tener en cuenta

Además se deberá tener en cuenta los siguientes aspectos:

Fundar responsabilidades: el dueño del animal deberá responsabilizarse de restringir la alimentación de forma apropiada y llevar un registro diario de los alimentos que administra al animal. Además, todos los miembros de la familia que suministren comida o premios al animal deberán involucrarse en este proceso.
Establecer objetivos: es conveniente fijar metas de pérdida de peso con fechas concretas, marcando fechas intermedias para ir evaluando el progreso que vaya teniendo el animal.
Realizar controles de peso: el animal debe pesarse cada semana en casa y cada dos semanas en la clínica, esto le permitirá al veterinario realizar los ajustes necesarios.
Determinar cantidades: es conveniente establecer qué cantidad diaria de calorías consumir para alcanzar el objetivo.
Ejercicio: se recomienda la realización de ejercicio en función de la salud del animal.

En la actualidad, el alimento para mascotas comprende las necesidades particulares de cada animal y ofrece un alimento indicado para cada etapa de su vida. Si la idea es prevenir a nuestro compañero de esta patología, se recomienda tener en cuenta los siguientes consejos:
Consumir la línea que está especialmente concebida para el control de peso.
Que el animal no tenga siempre la comida a su disposición.
Respetar los horarios de las comidas.
Darle de comer al animal estrictamente lo que corresponde.

 

Nota: Diario Popular